12 de octubre de 2018

⚜ Kenkai - El mundo espejo: Capítulo 6 ⚜

~ Kεnkai ~  
દ El mundo espejo ᙒ  


Capítulo VI

Suaves notas musicales resonaban entre cada grisácea pared de aquella habitación, decorada por finas cortinas color carmín, tan suaves como la seda con la que habían sido forjadas hace tiempo. Su concentración entre cada nota era tal, que sería casi incapaz de equivocarse. La firmeza y suavidad que utilizaba para tomar el arco… hermoso. Siempre perfecto, tocando cada nota correspondiente a la pieza, sin rastro de equivocación, carente de nervios. Era… como si estuviese en su propio concierto, siendo él mismo su propio juez y público al unísono. Habían transcurrido ya seis meses desde que comenzó a tocar aquel sublime instrumento bautizado como Cello. Manifestando opiniones desde su criterio personal, fue bastante fácil aprender a tocarlo perfectamente… Aunque… después de todo, era un robot, creado únicamente para fines “reales” y “gubernamentales”, sin embargo, por lo general, sus trabajos eran todo menos los elementos con previa mención. Su nombre era Marett, antiguamente cónyuge de la joven sirvienta “Pinky”. Ambos, poseían como objetivo principal comenzar una inmensa rebelión en contra de Dark. M Knight, quien conserva todos los reinos principales bajo su control, dejando así, diversas soberanías terciarias en total desolación al prohibir el comercio entre naciones. Su reino se les había sido arrebatado, por lo que buscaban rescatarlo a toda costa y evitar la destrucción total o parcial de Mushroom. Cuando comenzaron la utilización del Plan Mictlán (Nombrado así en honor a una zona perteneciente a Edo que, literalmente significaría “Lugar de los muertos”) fueron descubiertos por tropas enemigas, quienes no dudaron en asesinar a todo aquel que estuviese decidido a revelarse. “Pinky” y Marett, al igual que sus demás contrarios, terminaron siendo capturados. En aquel entonces, su única salida era el inminente suicido antes de morir sobre manos enemigas. Les llevaron hasta el castillo principal, ubicado en Dreamland con el propósito de esclavizarlos e incluso torturarlos sin clemencia alguna. El último deseo de Peach era pertenecer al bando enemigo, por lo que decidió suicidarse apenas le descuidasen momentáneamente. Sin embargo, todos sus planes se arruinaron al percibir la sesga voz de su esposo… Marett. “No lo hagas, ¿Acaso no quieres salir con vida de aquí? ¿No quieres tener una familia? ¿No quieres mi compañía?... Morirás y dejaras un dolor inmenso en mi corazón… porque sé… que al igual que yo aún tienes ese deseo de recuperar Mushroom… de derrocar a Dark M. Knight… Eres un Dark, sí, pero no lo suficientemente fuerte como para derrotarle. Necesitamos fortalecernos ¿Comprendes? ¡Créeme, Peachy! ¡Saldremos de aquí con vida! ¡Disfrutaremos de todo aquello que el destino nos tiene preparado! Y recuerda…. que pase lo que pase NUNCA nos separaremos, porque yo, estaré contigo para siempre, nunca seré capaz de abandonarte ¿Y sabes por qué? ¡Porque eres mi esposa! ¡Quiero estar contigo hasta que me muera! ¡Quiero recuperar Mushroom a tu lado! ¡Quiero vivir contigo todos y cada uno de los días que me quedan!... arriesgaré mi vida para salvar la tuya ¡Eso nunca lo dudes, mi querida princesa!... porque siempre… siempre pero siempre, estaré a tu lado… tranquilizándote, calmándote, apoyándote, queriéndote, amándote… pero sobre todas las cosas que dije antes… estaré siempre acompañándote, como si fuese el aire, el sol o la luna...” Para su desgracia, hoy en día no queda más que sólo robustos monumentos sobre donde hace años eran “Las Tierras entre el sol y la Luna”… Mushroom.  Mientras se encontraba dando término a su pieza musical, un joven albino toco la puerta principal, interrumpiéndole descaradamente sin poseer consciencia de ello. Marett detuvo su tocar para después declamar con extrema seriedad. “Adelante, ¿Qué se te ofrece, Joven Uirusu?” El muchacho previamente mencionado, procedió a ingresar sobre el estrecho cuarto en el cual yacía su contrario.- No pues, no más vengo a avisarte de que el señor te llama, para que nos ayudes con lo del Inuzen y todo eso… -Marett soltó el arco inmediatamente a causa del asombro, pues nunca en su corta existencia se imaginó ser testigo de una categoría Zen tan poderosa y peligrosa al a par. “Entonces… ¿Si los encontraron?” Enunció refiriéndose a sus “Reflejos Originales”.- Pues sí de hecho encontré a Mario y a Meta Knight… así que… lamentablemente…-Prosiguió a cerrar la puerta con calma, para justo después, observar con nerviosismo al mayor, quien yacía temblando cuan infante abatatado. Toda aquella información dicha con brevedad por el joven Uirusu, le había caído de golpe sin la más mínima posibilidad de siquiera procesarla, para finalmente aceptarla y admitir su destino actual. “Moriré junto con el amo… ¿No es así?, después de todo dependo de Mario y él de Meta Knight…”.- Mezde dirigió su mirada hacia el suelo, como si este último fuese una sublime pintura capaz de captar cualquier mirada.- Sí… sufriré mucho ante la muerte del amo… por más cruel y malo que sea conmigo… pero… por la que si sufriré será por mi mamá… -Espesas lágrimas cristalinas comenzaron a caer desde los ojos del joven albino, quien fue incapaz de contener el llanto al tener conocimiento sobre la muerte de su “Madre”… esa mujer tan querida por todos… estaba obligada a dar su vida por un ideal y deseo digno del amo… De pronto, la mente de Marett (o al menos lo que restaba de esta) fue atacada por un recuerdo nostálgico, sin embargo…. desconocía de su existencia hasta aquellos instantes. Fue capaz de percibir a una joven. Bella, pura, poseyente de un dulce aspecto físico. Sesga voz, apaciguo inmediato. Le parecía bastante conocida, como si estuviese viviendo junto a él actualmente… o quizá, realmente lo estaba. Durante el proceso de convertirle en robot, diversos recuerdos no habían sido eliminados de forma parcial, por lo que Marett podría sufrir múltiples “Deja ´u” a causa de ellos. Hasta ahora, nunca había presenciado uno, siendo el primero y al parecer último. Mezde se percató rápidamente de que el mayor se encontraba bastante distraído. Dedujo que simplemente la información le había caído de golpe, requiriendo un poco de tiempo para procesarla. Sin embargo, aunque intentó llamarle numerosas veces para obtener su total atención, ninguno de todos sus llamados fue contestado. Al ser un individuo que se exalta y asusta con  extrema facilidad, no tardó mucho tiempo en salir de la habitación e indagar sobre todo el castillo en busca de su “hermana mayor”, Rosleeina. Comenzó a gritar arduamente entre cada pasillo, con el afán de encontrar a su hermana y avisarle sobre la situación actual.- ¡Rosleeina! ¡Rosleeina! ¡Te necesito! ¡AYÚDAME, POR FAVOR! –Seguro han deducido que Mezde está en busca de la joven para ayudar al mayor y evitar su muerte, no obstante, están más que equivocados. Su muerte le preocupa por una sencilla razón. Marett es el único Mirror existente sobre el Kenkai que posee conocimientos de Zen´s y todas sus variantes, así como su funcionalidad, modo de empleo etcétera. Si el amo se llegase a percatar de que Marett ha fallecido, lo más seguro es que Mezde le haga compañía en el infierno.- ¡ROSLEEINA! ¡AYUDA! ¡POR FAVOR! –Divisó entre la lejanía del balcón, la inminente figura femenina de su hermana, emocionándose al instante.  Corrió con presteza hasta alcanzar su ubicación, prosiguiendo a detener los gritos.- ¡Rosleeina! –Le abrazó por detrás llamando su atención rápidamente. La joven respingó con ligereza ante aquel abrazo, sin embargo, al percibir los suaves brazos de su hermanito, soltó una dulce sonrisa, dedicándosela e intentando apaciguarle.- ¿Qué sucede, Mezde? –“¡Marett se quedó estático como una roca o algo así! ¡Creo que ya se descompuso!” Rosleeina conocía perfectamente a su creación, por lo que difícilmente se exaltaría ante algún fallo. Soltó una tenue risilla en respuesta al comentario del joven albino, para acto seguido, proseguir a contestarle con sencillez.- Le dijiste sobre “eso” ¿verdad? –Mezde, asintió haciendo uso de su cabeza.- Je… simplemente su sistema se detuvo por sobre carga de información. Lo más seguro es que se haya reiniciado y por eso se quedó estático. Nada nuevo en realidad… de hecho, la primera vez que lo hice funcionar se reinició al instante, así que no debes de preocuparte. Recuerdo que… cuando le dije que era un robot también se reinició, al igual que cuando le enseñé a caminar, a hablar y a leer… aunque, lo más extraño es que cuando me dijo que le enseñara a tocar el Cello nunca se trabó. Y hasta ahora, sigue tocando y nunca se ha trabado. Eso significa que quizá su sistema ya no es tan débil como antes. Seguramente tengo que hacerle una nueva actualización y evitar que esos reinicios se hagan más constantes…-El Uirusu le observó con extrema curiosidad. Desde pequeño (o al menos desde que Rosleeina le conoció) siempre anheló crear un robot o algún artefacto de vida propia utilizando sus manos. Colocaba toda su atención sobre cada paso para la creación de los inventos con previa mención. Sin embargo, por lo general eran un fracaso. Siempre carecían del más mínimo cable, nunca eran capaces de prender o simplemente, explotaban apenas lograban encender su sistema. Ante esto, con el transcurso de los años, fue perdiendo el interés… hasta que, un día, Marett, acompañado de Peach, llegó a su vida. Rosleeina le propuso ser su asistente durante la realización del robot. Mezde, aún con miedo sobre sí, terminó aceptando la propuesta. Al cabo de unos meses, la creación fue un éxito… aunque… una tristeza para su cónyuge, Dark Peach, quien por un largo lapso de tiempo, les conservó un extremo y horrible rencor… Finalmente, el tiempo hizo su labor inicial… curar heridas. Ambos jóvenes convirtieron a su esposo en robot para salvar sus vidas, todo por el extremo pavor que tenían hacia su amo. Peach comprendió esto con dificultad… después de todo… ella había entregado su reino por temor y evitar su muerte. Rosleeina, en compañía de Mezde, se dirigió hacia el cuarto de su creación, simplemente para demostrarle al joven que Marett yacía en buen estado. “Sólo es un reinicio” pronunció con apaciguo. El Uirusu seguía preocupado ante el estado del robot; lo último que deseaba era morir a causa de un estúpido error que bien hubiese sido capaz de evitar. La joven científica lo había envuelto utilizando un dulce abrazo, todo con el propósito de tranquilizarle y hacerle saber que todo estaría bien… no moriría… o al menos esto quería pensar. Cuando llegaron a su destino, Rosleeina prosiguió a revisar su creación, asegurándose de que aquella inmovilización fue a causa de un reinicio. Para la suerte de ambos, efectivamente había sido un reinicio el causante de su paralización. Cuando Mezde se percató de esto, suspiró con extremo alivio.- ¿Ves querido?, sólo fue un simple reinicio en el sistema, nada grave. Es como una computadora, a veces se traba y se reinicia por sobre calentamiento y así. Pasó lo mismo con Marett. Al menos quiero que viva sus últimos momentos con nosotros. Dime… ¿Qué le regalarías? –La mayor observó a su hermano con curiosidad, intentando obtener alguna respuesta mediante sus ojos, aquellos hermosos cristales matiz añil. Tan sublimes cuan mar lejano. “Pues… creo que algo que le guste ¿no? Bueno, eso es obvio. Creo que le regalaría un muñeco o algo así…” De pronto, una idea surgió en su mente. Chasqueó los dedos ante esto, manifestando la creación de una idea que, sobre su criterio personal, era bastante buena. Una sonrisa victoriosa emanó de sus labios, exhibiendo con mayor fuerza su emoción. “¡Tengo una idea! Qué tal si hacemos que recuerde a Peach y ambos vivan juntos hasta su muerte… digo, quisiera ver a mamá y a Marett juntos… como la primera vez que llegaron al castillo.”.- ¡Mezde! ¡Sabes que tenemos prohibido sacar a Marett del cuarto… y que alguien más que nosotros dos entre al cuarto! ¡Sólo nosotros podemos entrar y salir de él! ¡NADIE MÁS PUEDE ENTRAR! Ni mucho menos salir… lo siento Mezde, pero esa idea es muy estúpida. ¡No te ofendas! Pero si no te quieres morir cruelmente como pasó con el joven Kirby… mejor no hagas nada que nos ponga en riesgo. –Enunció con fuerza, alterando levemente a su contrario. Este último descendió su mirar, topándose con aquel fúnebre suelo, grisáceo, sin vida ni color. Sentía un horrible dolor sobre sí. Era como si… tan sólo fuese un estorbo, inútil, carente de cualquier utilidad. Sentía como si estuviese plantando decepción. Era horrible sentirse de este modo. “Lo siento, Rosleeina… sólo quería verlos nuevamente juntos, que sus recuerdos volvieran y que… al menos murieran felices… como alguna vez lo fueron siendo esposos.” Prosiguió a darse media vuelta con el único afán de retirarse. Sin embargo, sus acciones fueron atajadas mediante un dulce tacto. Era Rosleeina, quien había posicionado su frágil mano sobre el hombro del menor, intentando detenerle.- No quiero que pienses que eres un inútil. No te lo dije con malas intenciones… es sólo que no quiero verte morir frente a mis ojos. Me haría mucho daño ver a mi único y verdadero hermano morir cruelmente. Soporté muchas cosas, heridas y traumas fuertes. Golpes y dolor tanto físico como emocional. Así que por favor. EVITA A TODA COSTA QUE NOS MATEN POR UNA ESTÚPIDEZ. Una vez estuviste a punto de que te mataran porque el amo casi descubre sobre lo que habías hecho. Pensé que te mataría… pero para tu fortuna no lo hizo porque nunca descubrió que tú eras el culpable de… “eso”, Mezde, nunca hagas una tontería, nunca le faltes al respeto ni mucho menos intentes romper alguna de sus reglas para efectuar alguna de tus ideas.- Soltó su hombro, dando término a aquella plática que había sido forjada con brevedad. Rosleeina nunca deseará el mal para su hermano, por lo que si es necesario, entregará su vida para salvar la del menor. Se había encariñado demasiado, anhelando protegerle a capa y espada. Por más tonterías que el joven decida ejercer, siempre terminará perdonándole, como si tan sólo fuese un pequeño infante, requiriendo atención y protección al unísono. “Sé perfectamente que no lo haces con la intención de lastimarme, pero…sabes que soy una persona muy frágil y sentimental, y eso causa que cada palabra fuerte o regaño me duela muchísimo ¡Incluso más si es alguien a quien amo y quiero! ¡A quien le deseo lo mejor en vida y muerte!... Debí… ser alguien de carácter más fuerte, sin miedo ni lágrimas las cual derramar. Debí ser como nuestro amo, alguien frio y nada sentimental, que sólo le importa sus ideales y ya ¡Debí ser tan narcisista y cínico como él! –Cualquiera opinaría que el joven era algo “exagerado” sin embargo, realmente le hería. La vida que se le había otorgado, al igual que sus contrarios, había sido miserable y ruin, repleta por maldad sin rastro de clemencia, por más mínima que esta fuese. Simplemente fue incapaz de contener el llanto. Por lo general, un Mirror debía ser ruin y bestial con sus enemigos, carente de cualquier sentimiento que lo situase en “desventaja”. Mezde estaba exhausto, siempre odió la idea de ser malvado. Nunca fue de su agrado seguir aquellos pasos, de los cuales se le hacía hincapié. Sólo deseaba… vivir en un mundo medianamente pacífico, sin guerras continuas o bestiales atrocidades. Anhelaba vivir en paz, tanto con su familia como con sus contrarios. Había matado por sobrevivir, hipocresía y avaricia. Asesinó a su hermano por avaricia y supervivencia. Sabía perfectamente que su amo comenzaba a tomarle “cariño” de forma mínima a su hermano, siendo su única opción si deseaba obtener algún puesto alto sobre aquel mandato impuesto por Dark M. Knight, erradicar a todo aquel que estuviese frente a él. Nunca sintió temor ni arrepentimiento. Sólo quería poder y amor… sobrevivir de manera estable, en un castillo   abundante de “lujos”, buena vida. Era como si estuviese sobre su propia fantasía. Una utopía ideal. Aún logra rememorar con perfecta exactitud el día que colocó sus pies en estas tierras, aromas nuevos, diversos colores, disipados en su mayoría. Conservaba la poca edad de cinco años. Había sido “rescatado” en compañía de su hermano mayor, Hikaru, junto a un buen amigo bautizado como Hideaki, perteneciente al clan Kyofu, siendo uno de los más poderosos que en aquel entonces habitaba en Revolution. Dark M. Knight les había prometido descaradamente una buena vida, como si realmente perteneciesen a la realeza, la clase social más alta. Aquel trío estaba más que ilusionado con aquellas irreales promesas, aceptando cada regla que se les impusiese. Habían accedido a ser sus sirvientes a cambio de vivir en un sublime y enorme castillo… aunque claramente estuviesen traicionando a la rebelión de la cual yacían unidos. “Trabajar con el enemigo”… Al transcurrir del tiempo, tanto Hikaru como Hideaki, comenzaban a descartarse en la zona de guerra, adquiriendo saberes estrategas y elementos relevantes en batalla con extrema facilidad a pesar de su corta edad. Todo lo mencionado previamente, forjaba una envidia enorme hacia sus contrarios por parte de Mezde, quien deseaba toda la atención ajena. Ansiaba ser sólo él… y nadie más… por lo que decidió tomar una horrenda decisión…. asesinar  a sus “hermanos”. Había aprendido un poco sobre homicidios por parte de su padre, convirtiéndose en un trabajo sencillo. Sinceramente, el decir odiar la crueldad, brutalidad, odio, avaricia, rencor y envidia, era bastante hipócrita de su parte… Años más tarde, Shadow Kirby les haría compañía por las mismas razones previamente mencionadas…-¡Mezde! ¡Espera un segundo! ¡MEZDE, MALDITA SEA! ¡HAZME CASO! –Gritaba con desespero al intentar detener a su “hermano menor”, quien corría hábilmente con el único propósito de alejarse lo mayor posible. No quería obedecer a su contraria, simplemente deseaba retirarse de aquel castillo, respirar la más mínima bocanada de aire puro. Anhelaba… sentirse libre antes de perder todo lo que alguna vez amó. Liberar cada pizca de dolor que fragmentaba su alma lenta y dolorosamente. -¡Mezde! ¡NO ERES UN NIÑO ESTÚPIDO QUE NECESITA “COMPRENSIÓN”! ¡ERES CASI UN ADULTO! ¡DEBES TOMARTE EN SERIO TODO ESTO! ¡ACÉPTALO, CON LO CABRÓN QUE ES NUESTRO AMO, TODO ESTO DEBÍA LLEGAR ALGÚN DÍA! ¡DEBISTE ESTAR PREPARADO! ¡¿POR QUÉ NO NOS MATATSE DE UNA VEZ A TODOS!? ¡BIEN PUDISTE MATARME A MÍ Y A PEACH! ¡Y NO LO HICISTE PORQUE NO TE CONVENÍA!  ¡NO ÉRAMOS NI SOMOS UN ESTORBO PARA TUS PLANES! ¡ERES EL MÁS “AMADO” POR EL AMO! ¡POR LO QUE MATARNOS SÓLO ES UNA PÉRDIDA DE TIEMPO! ¿CIERTO? –Cuando finalmente dio término a su oración, Mezde atajó sus pasos. Ahora, no sólo estaba lleno de dolor, sino, también la ira yacía corrompiéndole. Al final, Rosleeina estuvo consciente del  horrendo error que había cometido. Perteneciente a una mínima parte poblacional “Mirror”, la cual tiene conocimiento de su Reflejo Original, además de conservar el cargo “Científica Real”, conoce perfectamente al R.O de Mezde, Martín Uirusu, quien, aunque manifieste una actitud pacífica y amable, cuando alguna circunstancia es capaz de exasperarle, se vuelve un individuo intolerante, hostigándose con facilidad e incluso, atacar sin razón alguna. En pocas palabras, su enfado incrementa considerablemente siendo incapaz de retenerlo. “Bueno… ¿Quieres qué te diga la verdad?... Pues sí, no me importa. Tengo sentimientos, ¡Llegué a quererte y a amarte más que como una sola “hermana mayor”! ¡Por qué sabía que habías pasado muchas cosas horribles de pequeña! ¡Y por eso escapaste! Toda tu familia te odiaba por no ser perfecta ¡A MI ME ODIABAN POR NO QUERER PELEAR! ¡ODIABA TODO SENTIMIENTO NEGATIVO QUE ESTUVIERA LIGADO A LA GUERRA! Je… ¿no crees que es muy hipócrita por mi parte?... Pero, según tú nunca amarías al amo por tan cruel y cabrón que es con nosotros ¡Si bien qué te le arrastras! argumentando con que “eres a la que más cariño le tiene” ¡NO SEAS PENDEJA! Tú dime ¿Con quién se deja más? ¿A quién le deja encargado las cosas importantes cuando Pinky no está?” Prosiguió a cruzarse de brazos, acompañando su postura haciendo uso de sus labios, forjando una sonrisa maliciosa. Aquella mirada que ahora le dedicaba a su contraria, yacía  repleta por temible rencor. Con lentitud, fue aproximándose a la posición de Rosleeina, quien en sus adentros sentía arrepentimiento extremo ante todo lo que le había dicho al joven con brevedad. Si alguien estuviese cerca del pasillo, seguramente se hubiese enterado de todos los pecados que Mezde había cometido. No le hubiera sorprendido en lo absoluto, después de todo es un Mirror… sin embargo, a quien menos se le atribuían aquellos bestiales e inhumanos crímenes era al joven Uirusu. ¿Quién se imaginaría que fue capaz de asesinar a sus “hermanos” y manipular indirectamente a su amo para ejercer un homicidio?- M-Mezde… yo ¡Perdón! ¡Las palabras salieron de mi boca sin querer! ¡Nunca fue mi intención hacerte enojar! ¡LO JURO! ¡PERO, PERDÓNAME! ¡POR FAVOR!  ¡AYUDA! –“¡AHORA SI! ¡¿VERDAD, PENDEJA?!”  No esperó ni un segundo más para lanzar un fuerte golpe hacia el rostro de su contraria, causando que la joven se estrellase fuertemente contra el suelo. “¡Y NI SE TE OCURRA DECILRE A ALGUIEN SOBRE ESTO! ¡PORQUE TE IRÁ AÚN PEOR! ¡Y SABES QUE SOY CAPAZ DE MATARTE APENAS SE ME OTORGE LA OPORTUNIDAD PARA HACERLO! ¿ENTIENDES, HIJA DE LA CHINGADA? –Pronunció con crueldad sobre sus vocablos, hiriendo cada parte de Rosleeina. Por una vez en su vida, creyó haber encontrado alguien que se sintiese afortunado de estar junto a ella, alguien que le amaría y apreciaría por siempre… hasta que la muerte rompiese aquel lazo de amistad tan fuerte…sin embargo… no fue así. Comprendió… que todas las hermosas palabras habían sido crueles mentiras. Imaginó que quizá Mezde había cambiado al transcurso de los años, que realmente se sentía arrepentido por la muerte del joven Kirby… Supuso un cambio sobre él, que sería uno de los pocos Mirrors deseosos de un mundo levemente pacífico. Pero nunca cambió… siempre conservará aquel Mirror sobre su ser… ¿Qué más se puede esperar? Todos o al menos la mayoría, nacen con un gen “maligno”, como se le hace llamar. Se dice que algunos los desarrollan más que otros, de ahí, surgen las categorías (Mirror, Shadow, Alfa…) Aunque muchos individuos han demostrado que el tan conocido “Gen Maligno” o “Nárobee” no existe, aún se utiliza con frecuencia en comunidades pobres y de economía decadente para “clasificar” a los Mirrors  a partir de su maldad, brutalidad o crueldad.  Mezde, prosiguió a retirarse del lugar, dejando a la joven científica sumida sobre sus espesos pensamientos. Crueles lágrimas brotaban desde sus hermosos ojos color zafiro, brillantes cuan astro durante el eterno anochecer. Se sentía tan deprimida… era como si todo su mundo se hubiese derrumbado en tal sólo unos minutos cuan piezas de jenga. Volvió a sentirse como un ser despreciable, que no era merecedor tan siquiera vivir. Era como si desease su muerte con inmenso anhelo. Decidió levantarse de aquel rígido suelo, sacudir con fineza sus grisáceos ropajes y abandonar el lugar. Sin embargo, un recuerdo llegó  a su mente. Marett… Se dirigió directamente hacia el cuarto de su creación, conservando como único propósito el saber su estado actual. Ingresó delicadamente a la habitación antes mencionada, observando con atención la recuperación de su robot. Sus ojos volvían a encenderse, iluminándose cuan inmensa fogata.- Que bueno que ya despiertas, Marett –Pronunció con voz entrecortada, intentando disimular su dolor y tristeza. Sin embargo, Marett fue capaz de percatarse al instaste sobre el estado de su creadora. Dirigió su inerte mirada hacia ella, observándole detenidamente. “Dime… ¿Te han hecho algo? Siempre estás seria pero… una cosa es ser seria y otra cosa es estar triste. Tu voz se oye entrecortada, como si estuvieses conteniendo el llanto sólo para no hacerme preocupar. Rosleeina… debes comprender que hay muchas personas que realmente te quieren y aprecian, por lo que llorar por una persona la cual nunca cumplió con tus esperanzas y expectativa es un desperdicio de sentimientos. Preocúpate por las que realmente te quieren… Dime… puedes confiar en mí, cualquiera de tus dolores, preocupaciones o desánimos estará seguro conmigo. Puedes desahogarte cuando quieras, estoy y estaré dispuesto a oírte cuantas veces sean necesarias. Quiero ser algo más que sólo tu simple creación… quiero ser tu amigo, quiero hacer las cosas que hacen los amigos. Quiero demostrarte mi cariño incondicional. Quiero decirte que… dentro de esta oscura y fúnebre habitación, siempre estará una “persona” la cual te apreciará y apoyará tanto en las buenas, como en las malas… Dentro de esta habitación, estará siempre tocando el Cello uno de tus tantos inventos… pero también… uno de tus tantos amigos que estará dispuesto a todo por ti… a pesar de ser un robot, tú me otorgaste la posibilidad de sentir sentimientos y.... válgame la redundancia… sensaciones. Y eso te lo agradezco. Ahora… siento impotencia por no ser un buen amigo para ti. Tú eres perfecta, necesitas a alguien que sea lo igual a ti. Siento tristeza por ti, y enojo al saber que alguien te daño al punto de sollozar o casi romper en llanto, intentando cubrirlo sólo para no recibir preguntas de terceros o “preocupaciones” hipócritas. Si quieres… puedes desahogarte conmigo, Rosleeina, puedes contarme todo lo que tú y tu corazón deseen. Dime, no te obligaré a nada, respetaré tu decisión en caso de que no quieras contarme nada… ¿Bien? –Aquellas dulces palabras enunciadas con brevedad, conmovieron inmensamente a Rosleeina, quien ahora, contenía sus ganas de abrazar a Marett, agradecerle y compartirle todo su dolor. No obstante, simplemente se limitó a observar el rígido suelo, descendiendo su mirada lentamente. Haciendo uso de una entonación suave y agradecida, declamó.- Muchísimas gracias, Marett. Agradezco mucho el hecho de que te preocupes por mí mejor que cualquier persona…. y que el seas un robot no es impedimento para sentir y entender las emociones y sentimientos de otros… Créeme que tu antigua cónyuge debió de ser una mujer feliz. Se ganó la lotería contigo. –Elevó la mirada, tan sublime cuan estrella fugaz, reflejando agradecimiento y cariño incondicional. Sobre su rostro, se había forjado una bella sonrisa, indicando felicidad.- Seguramente… no soy capaz de pagarte lo que ahora has hecho por mí. Siempre me deprimo… y  por lo general se me quita estando sola y haciendo cosas que me hagan levemente feliz pero… tú, me levantaste el ánimo instantáneamente con tan sólo dedicarme esas palabras, comprenderme y estar dispuesto a apoyarme en cualquier circunstancia…. te lo agradezco mucho en verdad…- “No te preocupes, querida Rosleeina, no necesitas pagarme, lo hago por voluntad propia y deseo. Quiero verte feliz, mi única y peor pesadilla es verte triste y deprimida. Quiero verte llena de euforia, tan feliz como una pequeña infante… como la que alguna vez fuiste. Deseo verte siempre encantadora, bella, deslumbrando felicidad y contagiándola a todas partes. Puedes ser seria, eso no te lo prohíbo, pero lo que si te prohíbo es que te entristezcas por cosas o personas que no valían la pena. Necesitas librarte de todo el dolor que ahora sientes. Como te lo había dicho anteriormente, quiero que te desahogues conmigo, que me platiques cada detalle para yo ser capaz de ayudarte a resolver algún problema. Anhelo verte feliz, cambiada, que ninguna muerte te haga colapsar, y si la tristeza es capaz de ello, levántate, eres una mujer fuerte y valerosa, eres capaz de todo, eres alguien perfecta… siempre, nunca lo olvides, tendrás mi cariño y apoyo incondicional, cualquier persona necesita afecto y apoyo, y tú no eres la excepción, por lo que te otorgaré todo lo que necesites” –Gracias Marett ¡En serio, gracias! –Se abalanzó sobre el robot, otorgándole un cálido abrazo, manifestando cuan agradecida estaba con él. Marett, simplemente correspondió, intentando consolarle, detener sus lágrimas, erradicar el dolor. Tan sólo necesitaba una pizca de amor…. o al menos esto creía. Requería amor incondicional, apoyo y felicidad. Todos estos ingredientes harían de Rosleeina, una nueva persona, con más energía y determinación. “La felicidad no llega cuando conseguimos lo que deseamos, si no, cuando disfrutamos lo que tenemos. Debes de aprender a disfrutar todo a tu alrededor, cambiar ese estereotipo de que un Mirror no puede ser feliz y que sólo lo es cuando es cruel y despiadado con sus terceros…. Te quiero muchísimo, Rosleeina” 

En algún lugar de aquel castillo…

Yacía sujetado cuan carne fresca desde sus muñecas, percibiendo con firmeza el dolor que ahora le provocaban aquellas frías y rígidas cadenas metálicas, utilizadas conservando como único propósito el retenerle cruelmente, evitando que fuese capaz de huir, privándole su libertad. Sus cabellos, finos y añiles, cubrían el rostro tan atractivo que poseía, escondiendo sus ojos, ocultando su nariz, mostrando sus labios. Aún no despertaba, sin embargo, ambos Mirrors habían tomado medidas preventivas en caso de que intensase escapar. Tan sólo debían ejercer el primer paso del Inuzen…. y finalmente, el joven Kirby  estaría acompañándoles de nuevo… como fue hace tantos años. Su vestimenta levemente rasgada, indicando desgaste. Las botas del caballero estaban suspendidas con ligereza, provocando que, ambas manos estuviesen cargando peso en exceso, y por consiguiente, podrían lastimarse seriamente. La respiración era lenta, cuan joven infante disfrutando descansar y soñar, sin preocupaciones que le hiciesen inquietar. Era tan vulnerable ahora… El golpe que se le otorgó poseía una intensidad tal, que aún después de casi cinco horas aún era incapaz de recobrar su postura. Por otro lado, sus contrarios restantes se encontraban en habitaciones diferentes con el fin de evitar la realización de un plan en equipo conservando un triunfo inevitable. Todos sus compañeros estaban de este modo… a excepción de uno. La joven princesa… Ella fue la primera y única hasta ahora en despertar, recobrando consciencia de la situación actual. Ahora, yacía encarcelada cuan criminal presa, implorando libertad. Nombraba a cada uno de sus compañeros en un intento vano de llamar su atención y finalmente ser salvada. Sólo deseaba ser libre, no le importaba en lo más mínimo sus compañeros. Simple y sencillamente necesitaba huir… aunque esto significase la pérdida de alguna pieza. Sobre el castillo dominaba el intenso silencio, manifestando un espeso ambiente, digno de aquel mundo tan fúnebre y cruel al unísono. Necesitaba despertar…salvar a su equipo, completar su cometido… debía ser fuerte y eficaz. Necesitaba… determinación. Comenzó a recordar cada persona que conformaba su equipo. Mario, Peach y Sans. Su principal y único deber era salvarles, aunque la joven de cabellos dorados no fuese de su agrado como persona, ni aún menos como monarca, debía salvarle. Titubeó ligeramente intentando despertar, recobrar su noción del tiempo, comprender en donde se ubicaba, concebir su situación. Todos los elementos con previa mención eran de súbita importancia para el joven Knight.-….Mario… Sans…. Princesa…-Masculló, manifestando su despierte. Abrió ambos ojos, tan lumínicos cuan astro galáctico, permitiéndole observar con mayor detenimiento sobre la oscuridad. Intentó retirar diversos mechones de su cabellera, sin embargo, fue incapaz de lograr esta hazaña, pues sus manos aún seguían atadas, siendo un gran impedimento para retirar el cabello que ahora le obstaculizaba. Intentó colocar sus pies sobre el suelo, más sin embargo, lo único que causó fue autolesionarse ambas manos a causa de las cadenas. Nunca en toda su vida había estado en esta posición, encadenado sí, pero nunca de esta forma.- mgh, maldita sea… -De pronto, fue capaz de percibir un arduo grito solicitando ayuda urgente. No tardó mucho tiempo en darse cuenta quien era el poseedor de aquella voz tan aguda, por lo que comenzó a nombrarlo con desespero.- ¡PRINCESA! ¡PRINCESA! ¡¿EN DÓNDE ESTÁ!? ¡¿SE ENCUENTRA BIEN?! –“¡Meta Knight! ¡AYÚDAME, POR FAVOR!” –Maldita sea, necesito salir de aquí…pero cómo…-Simplemente se sentía incapaz de formular un estrategia coherente para salir de ahí, lograr obtener su tan anhelada libertad. No obstante, le era casi imposible tan siquiera pensar. Sus manos, al igual que su cuello, yacían encadenados, dejando impresas, diversas marcas sobre su piel. Por primera vez en su vida… decidió elegir la única opción que tenía a la mano… esperar ser rescatado… rezando para ser encontrando. Ahora… se sentía un total inútil, el cual, dependía de sus contrarios… Cualquiera lo hubiese aceptado si careciera de opciones, sin embargo, tomemos en cuenta que el joven caballero es un individuo bastante orgulloso…Ahora, sólo se limitaría a esperar por ayuda… 



Holiwis mijitos :´´´3 perdón por el retraso que tuve alv :´´´v ay, es que mis clases se han vuelto más largas y pesadas y estoy como de “Me lleva la que me trajo >:V” ni para escribir tengo tiempo :´´´v así que por eso esta entrada es más larga (12 hojas alv) espero les guste muchísimo mis queridos guerreros. uwu~  



2 comentarios:

  1. Igual y ni siquiera se menciona aquí JAJAJAJA, pero probablemente, la pieza que estaba describiendo al principio (con Marett) era la suite de Bach en Do menor; pero la neta actualmente me gusta pensar que la pieza que Marett estaba tocando era la Elegía de Fauré porque queda mejor con todo el contexto.

    https://www.youtube.com/watch?v=dEPrpa1sAmA&ab_channel=MaltaPhilharmonicOrchestra

    ResponderBorrar
  2. Incluso podría ser el estudio 10 de popper (igual para chelo), pero sin duda no la suite xD. Y no es que no me guste, de hecho es mi suite favorita de las 6, pero creo que la descripción que le di en ese momento no queda con algo de Bach JAJAJAJA

    ResponderBorrar

¡Anímate y comenta, querido guerrero! Tu comentario hace que siga con mis historias ♤♡◇♧☆