29 de agosto de 2018

⚜ Kenkai - El mundo espejo: Capítulo 4 ⚜ + Nuevo guerrero

~ Kεnkai ~  
દ El mundo espejo ᙒ  


Capítulo IV

Finalmente, podía expresarse con inmensa claridad… sin embargo, el pensar en aquellas acciones le carcomía por dentro, como si fuese alguna enfermedad mortal, matándole paulatinamente, haciéndole sufrir entre cada suspiro, cada lágrima, cada vocablo que fuese mínimamente capaz de pronunciar. Imaginaba…. que nadie le auxiliaría sin esperar algo a cambio. Debía liberar todo su rencor, odio. No obstante, se creía débil, carente de valor para ejercer aquellas acciones, optando por silenciarse momentáneamente… ¿cierto? Tomó varios mechones de su cabello, jalándoles con fuerza, brutalidad; todo esto a causa del hostigamiento. Debía evitar hablar sobre los abusos ocasionales  con su “hermano” como creador de ellos, pues por alguna razón nunca antes mencionada, a pesar de todo lo que le hizo pasar durante estos años… aún le quería, le amaba. Como si fuese su pareja. Era una relación bastante enfermiza después de todo. ¿Por qué?... Querido espectador, si leíste todas las líneas previamente escritas, ahora, lo más obvio es que estuvieses especulando alguna respuesta ante toda esta situación. Alguien que al menos posea un poco de sentido común y autoestima levemente estable, pediría auxilio en este tipo de circunstancias, alejándose lo máximo posible de aquel individuo que le hiere tan física como emocionalmente. Sin embargo, nuestra joven Rosleeina es caso perdido. Desde pequeña  se le impuso el cometido de ser perfecta, sin defecto alguno que pudiese notarse a simple vista, convirtiéndose en una mujer deseada, envidiada. Se escuchaba como una excelente idea ante oídos familiares, no obstante, a Rosleeina le fustigaba. ¡Nunca sería capaz de ser la perfección humana completamente! Belleza, inteligencia…. Todo esto originó múltiples disputas entre padres y hermanos. Toda aquella sublime hermandad que alguna vez conservó, se había destruido por completo gracias a los anhelos de sus contrarios.- D-Detente, ¡P-Por  favor, d-detente! –Parecía…que todos carecían de clemencia, maltratándole, hiriéndole brutalmente. Iba de mal en peor para la joven infante, poseyendo la mínima edad de 7 años. ¿Cómo era posible que un infante a esa edad conserve sobre su mente deseos suicidas? ¿Qué clase de familia disponía? Una la cual quizá le aborrecía desde nacimiento. “No me detendré ni un segundo hasta que seas lo que papá y mamá quieren ¡Una bella mujer! respetada, valorada, hermosa, inteligente, envidiada ¡Perfecta! ¿No entiendes que todo esto lo hacen por tu bien y el de la familia? ¿Acaso no quieres salir de esta maldita pobreza?”.- ¡Claro que lo deseo! ¡Pero estoy segura que hay otras formas de salir de ella además de exponerme como si fuese un maldito juguete o algo sin valor alguno! –“¡Pues entonces siempre serás una maldita zorra sin valor alguno! Nadie te quiere, no eres popular ni mucho menos inteligente ¡No eres bonita! Eres más que horrenda –Rosleeina sentía un inmenso nudo sobre su garganta. Quería romper en llanto, desatar aquel odio, dolor y sufrimiento interno que siempre portaba, sin oportunidad de finalmente ser libre, sentir amor, cariño, paciencia, amabilidad, comprensión… no obstante, nadie en su familia estaba dispuesto a otorgarle todo aquello con anterior mención, dejándole sufrir, sucumbir sobre horrendos sentimientos ligados a la negatividad. ¿Acaso hace falta nombrarlos?- Luigi… sabes que yo te quiero muchísimo, te amo como si fueses más que sólo mi hermano ¡Pero sin duda eres un maldito idiota! ¡Me duele mucho como me dices esas cosas! ¡Pero viniendo de ti no me tendría por qué sorprender ni un poco! ¡Esta familia es una mierda, al igual que este mundo! –Al finalizar aquellos vocablos tan ofensivos, la joven Segaly recibió un fuerte golpe sobre la mejilla por parte de su hermano, quien ahora, le miraba con odio, rencor, repugnancia. Como si estuviese contemplando a un monstruo. Minutos después, finalmente se dio término a la contienda verbal entre hermanos, ocasionando que uno de ellos decidiese abandonar la casa. Años transcurrieron cuan agua cristalina digna de un río, sesgo, relajante, pacífico. La joven ejerció cinco intentos de suicidio, todos fallidos gracias a diversos familiares. ¿Por qué debía seguir viviendo? ¿Acaso poseía otro cometido además de pretender ser “perfecta”? Efectivamente, sí. Escapó a sus trece años recién cumplidos, siempre acompañada de diversas marcas, manifestando quemaduras, heridas, bestiales golpes, terribles maltratos. Corría bajo aquella intensa lluvia, impidiéndole observar con claridad cada sendero el cual surcaba temerosa. Hoy en día, su edad actual es de 20 años, la mejor científica del Kenkai, posee diversos conocimientos, haciendo dificultoso el engañarle gracias a su coeficiente intelectual. Puede que quizá aún no sea la joven perfecta que sus familiares e incluso compañeros anhelaban que fuese, sin embargo, a pesar de tantos pesares y sufrimientos… pudo saber realmente lo que era la felicidad, aquella sensación descrita por muchos como “el mejor sentimiento”…Aun sabiendo que quizá no la conservase para siempre, volviéndole inerte, cruel, despiadada. Como todos en este maldito mundo, bautizado de la peor manera posible “Kenkai, el mundo espejo”. Percibía diversos ambientes, sesgos, fúnebres, repletos por pesadez. Le era bastante fácil el identificarlos, pues generalmente utilizaba las circunstancias para guiarse. Además, que siempre sentía cambios sobre este, desde niña aprendió a diferenciarles sin necesidad de alguna explicación extremadamente detallada, sintiéndose como una retrasada, siendo menospreciada entre sus contrarios. A veces, agradecía estar con vida, amanecer junto a sus compañeros de trabajo, auxiliándole en múltiples casos, divirtiéndose, sintiéndose… feliz. No obstante, en múltiples ocasiones intentó suicidarse, explicando sus razones para efectuarlo. Habitualmente era por cambios de humor drásticos, pensamientos horrendos, reminiscencias poseyentes de terribles sentimientos e imágenes hirientes, brutales palabras, entre otros. Muchos le comparan con Kirby a causa de su extraño comportamiento, obligándoles a estar sumamente atentos con la joven, evitando cualquier locura en la cual su vida estuviese peligrando. Mezde es quien por lo general se encarga de su “hermana” autodenominándose como un profesional ante estos casos… Rió levemente al recordar todo esto, aquello que alguna vez le hirió, aquellas personas que le auxiliaron tantas veces, apaciguándole, percibiendo cálidos abrazos. Le encantaba. Sans observaba detenidamente a su contraria, la cual reía de vez en cuando, incomodándole momentáneamente. Después de que Rosleeina le aclarase su apellido, comenzó a notarle bastante animada, como si le hubiesen retirado  un gran peso de encima. Era tan curioso… sin embargo, al no conocerle muy bien aún, optó por silenciarse, limitándose a observarle. Parecía vivir en un mundo distinto al actual, centrándose en su cometido, ignorando todo su alrededor.- Em… señorita Segaly –“Rosleeina querido”.- Ah sí, Rosleeina… ¿podría preguntarte algo? –La joven con anterior mención detuvo su caminar, ocasionando lo mismo sobre el esqueleto al cual yacía guiando hacia su “destino” Aquella dulce sonrisa que decoraba su hermoso rostro se había desvanecido, originando como resultante un gesto serio e indiferente, emanante de recelo, dando temor ante cualquier vista.- Me preguntarás “¿Qué te está haciendo tan feliz?, después de que me dijiste tu apellido comenzaste a sonreír como si fueras una niña pequeña junto a su juguete favorito” ¿Verdad?...- Sans quedó absorto ante estos vocablos. Sin duda no era exactamente lo que iba a expresarle, no obstante poseían la misma idea. Su incomodidad fue tal, que simplemente comenzó a titubear cuan niño ocultando sus acciones haciendo uso de una mentira bastante inocente.- ¿Qué? ¿Acaso lo adiviné?... je, que una persona “seria” o “nerviosa” se ría no significa que le esté sucediendo algo malo, al contrario, solamente se siente feliz porque recordó algo feliz o le sucedió algo bueno…después de todo, somos humanos ¿No crees? Incluso tú, un esqueleto que debería estar muerto ahora mismo, enterrado bajo tierra cuan insecto tienes sentimientos –Utilizando inmensa presteza sobre sus movimientos, Rosleeina apresó los ropajes de su contrario, elevándole momentáneamente. La rapidez con que aquellos ataques fueron utilizados era tal, que Sans, uno de los “enemigos” más poderosos ni siquiera pudo reaccionar ante este, efectuando algún ataque en su defensa, cubriéndose al instante, evitando los ataques que le prosiguiesen… Simplemente miró a su contraria. Percibió aquella fúnebre mirada, fría cuan hielo, emanante de odio, rencor, venganza… sin embargo, distinguió sobre esta mínimos atisbos de  culpabilidad, dolor, tristeza, sufrimiento. Intentó detenerle, charlar con ella haciendo uso de asertividad, hacerle reaccionar ante sus acciones, alejarle de todo sentimiento negativo, explicándole que aunque no le conociese del todo, intentaría protegerle. No obstante, justo antes de poder siquiera dirigirle la palabra y ejercer su “plan”, fue golpeado bestialmente contra el rígido suelo, forjando una inmenso socavón, manifestando la intensad del ataque con previa realización.-  Espero y ese golpe no lo haya matado… sin duda lo último que quiero es meterme en serios problemas con el amo… ojala y aguante, porque si no…-La joven Segaly simplemente se limitó a observarle, apreciando cada rasgo de su contrario por más mínimo que fuese. Anhelaba fuertemente que aquel esqueleto soportase tal golpe, rehusándose a morir, pues como se explica en anteriores líneas, lo último que deseaba en estos instantes, era recibir un castigo por parte del amo. Sabio perfectamente lo que era capaz de realizar en caso de que sus planes no le otorgasen un resultado “satisfactorio” sobre su criterio. Rosleeina se estremeció con tan sólo imaginarse al amo retirándole brutalmente alguna extremidad sin rastro existente de clemencia. Tomó cuidadosamente al esqueleto, evitando originarle aún más daño, fracasando en cuanto al cumplimiento del cometido actual.- No eres muy fuerte decían, no matarías a alguien decían… ¿Y aun con esta fuerza me decían “débil”? Sans, necesito que aguantes ¡Sólo un poco! No quisiera morir desangrada ¡ni mucho menos quedarme sin un brazo o pierna! ¿Cómo haría mis experimentos? ¿Cómo haría mi trabajo correctamente? ¡Me sería imposible sinceramente!... –Necesitaba a alguien con quien charlar momentáneamente, desahogarse, sentirse libre cuan ave surcando inmensos horizontes, poseyendo apariencia de ser eternos. Necesitaba… estar sobre un ambiente sesgo, rodeada entre gigantescos árboles, emanando felicidad sobre cada sonrisa, cada risa, cada vocablo. Finalmente, decidió encaminarse con dirección al castillo, dándole “término” a su “misión”.- ¿Cómo les estará yendo a los demás?... je, conociendo a Mezde seguramente o ya la regó con tanta tontería que dice o está seduciendo a alguno de los tres restantes… En el caso de “Pinky”… creo que le estaría yendo bastante bien ¡Digo! no hay mucho problema con ella, es más “tranquila” a comparación de Mezde… creo que si biológicamente, “Pinky” y Mezde fuesen madre e hijo, sus genes diferirían mucho entre sí. ¿Un hijo loco de una madre tranquila? Suena algo extraño si lo digo yo -.Rió levemente ante sus propios vocablos. Era… muy extraña la ocasión en que esta joven se alegrase mínimamente, o siquiera sonriese cuan infante al conseguir lo que tanto anhela…- Lo siento Sans… pero tengo que completar mi cometido, querido~   

RK/ Mario & Meta Knight – Kenkai

-Ese maldito estúpido…-Masculló levemente exaltado, verificando entre sus alrededores el más mínimo rastro enemigo. Ahora, gracias a que su acompañante más fustigante, es decir, el joven Segaly, había “delatado” su actual posición, otorgándosela a sus contrarios, yacía sobre extremo peligro. Previamente yacía oculto tras las inmensas paredes de aquel castillo, escondiéndose ante los diversos Mirrors que se encontraban persiguiéndole bajo esta poderosa lluvia. No obstante, alguien truncó sus planes, y claramente no hace falta el explicarles quién fue, pues bien se expone en anteriores líneas. “¡Meta! ¡Meta!” Cada cierto lapso temporal se le era nombrado, fustigándole y alarmándole. Observaba sus alrededores, evitando el ser capturado e incluso asesinado. Aparentaba conservar buena postura ante tal situación, tranquilizándose, preparando algún ataque en caso de que el someterse a una batalla fuese realmente necesario. Sin embargo, por dentro era todo lo contrario… Comenzaba a preocuparse excesivamente, exagerando la situación y colocándole categoría “Vida o muerte”… o quizá… en realidad fuese de este modo, pues si recordamos las palabras de Rosalina, se nos especifica diversos factores que convierten a cualquier categoría de Mirror en un enemigo bastante dificultoso, además, declama la frase “Cualquier Mirror es fuerte a su manera”, haciendo referencia a que no importa lo más mínimo la categoría del Mirror, sino, su modo de combate. Cada persona difiere ante las demás; ocurre lo mismo en cuanto a su modo de batalla. Se debe “leer” al contrario, observando cada acometida que ejerce. ¿Qué ataque utiliza constantemente? ¿Cuál emplea para atacar? ¿Cuál aplica para defensa personal? ¿Sus métodos son más defensivos u ofensivos? etcétera. El ganar una contienda  no depende en lo más mínimo de la suerte, tal y como sucede en los juegos de azar, sino que deriva ante una estrategia bien elaborada, el colocar toda tu atención sobre el enemigo, “leyendo” cada ataque, descifrando su táctica casi instantáneamente, efectuando así, que al menos la mayoría de sus ataques puedan estar a tu favor y utilizarlos en su contra, castigándole entre lapsos. ¿Te recuerda algún juego?- Ya cállate hijo de tu pin…-Antes de siquiera ser capaz de dar término a su oración, el joven castaño se abalanzó sobre su cuerpo, abrazándole, evitando que prosiguiese la oración tan ofensiva. Meta Knight se apaciguó levemente, no quería (ni debía) admitirlo, sin embargo, necesitaba un cálido abrazo, repleto por cariño y tranquilidad. Aún más en esta situación. Desde aquella absurda pelea entre ambos, claramente ideada por la joven rubia, ninguno había abrazado a su contrario, pues se creía que su amistad no poseía arreglo alguno, no obstante, Kirby, hermano mayor del joven caballero, fue capaz de reconciliarlos, haciéndoles reflexionar y juntándoles nuevamente. Según Mario, Kirby es como un pegamento, capaz de reparar diversos problemas y reñidas que aparentasen conservar ni la más mínima solución. Sinceramente, ambos se lo agradecen… aunque claro, aquel reconcilio no fue gratis para ninguno, viéndose obligados a “pagarle”  haciendo uso de múltiples dulces, chatarras y refrescos… todo lo que al joven peli-rosáceo le encantaba.- Mario… suéltame, nos están persiguiendo –“¿Persiguiendo? me suena a muchos wey, el único culpable de que te estén persiguiendo un chingo de morros eres tú, a mí me perseguía una loca pero a ti…” - ¡Tú fuiste el que gritó mi nombre en primer lugar, si no lo hubieses hecho seguramente no estuviésemos envueltos en este lío!  -“¡¿Ah sí?! Pues por lo menos no rompí una ventana y luego salí corriendo en chinga para que unos weyes vestidos todo de gris me empezaran a corretearme a los bestia como si no hubiese un mañana ¡¿Eh?! -¡Ay, ya maldita sea, larguémonos de aquí! –Poseyendo una inmensa furia y hostigamiento extremo, decidió tomar en brazos a su contrario, silenciándole momentáneamente, prosiguiendo a marcharse lo más rápido  posible de aquel lugar. Bajo la potente lluvia, se le era casi imposible el correr con máxima presteza, pues las ventiscas que le acompañaban, atajaban su escape entre tiempos, ahora, agreguémosle que la lluvia era capaz de forjar diversos “charcos” líquidos, los cuales poseían una extensión considerablemente grande, dificultándoles en gran medida su caminar… o al menos el de Meta Knight, quien por supuesto, cargaba sobre sus brazos al héroe castaño. El joven con anterior mención, intentaba cubrirse de la lluvia utilizando aquella sublime capa digna del caballero, pues su gorra comenzaba a elevarse gracias a las múltiples ventiscas que azotaban el lugar. “¿Ya llegamos a Dreamland?”.- No hemos llegado ni a Hemtaro, además, a cada rato tengo que saltar para evitar que caigamos sobre un charco y nos resbalemos, esto sería devastador ¿Sabes? esos cabrones aún nos persiguen… cómo es que tienen tanto aguante –“Quizá fueron entrenados muy bien…”.- Quizá… Quizá, o simple y sencillamente conservan ese aguante porque son Mirrors de gente bastante poderosa –Charlaban entre sí poseyendo como único propósito el apaciguarse mutuamente e intentar olvidar la situación sobre la cual yacían huyendo. Sin embargo ¡Les era imposible! El tener conocimiento de que diversos enemigos están persiguiéndote sin pizca de cansancio es bastante aterrador, y aún más si desconoces de quiénes se tratan. Por esto sufren actualmente nuestros dos protagonistas. Ahora, recorren los inmensos sederos de Hemtaro, catalogada como la ciudad más poblada sobre Revolution, siendo también, el centro de este gran reino, conservando increíbles historias, destruyendo múltiples ideales los cuales dominan la sociedad de hoy en día. Sin lugar a dudas, tierras magnificas, que, quizás si existiesen fuera de estas líneas, serían respetadas entre cada individuo que las conociese y se enterase de ellas. “¿Ya llegamos?”.- ¡Que todavía no! ¡Apenas hemos llegado a Hemtaro! ¡Y ya deja de cubrirte como si fueses un bebé! La lluvia ya ha terminado desde hace un rato, además, si mis sentidos no me fallan, también han dejado de seguirnos desde que llegamos… -Como bien lo explica el joven caballero, aquella lluvia había  finalizado hace algunos minutos, tranquilizándole, no obstante, su compañero seguía aferrado a sus ropajes cuan gato sobre un sillón, rasgándolo levemente. El joven con previa mención, observó detenidamente al caballero, percatándose de aquella seriedad que tanto le caracterizaba. “No pues… sí que ya paró… hace un poco de frío pero no es mucho que digamos. Te juro que ni siquiera sabía que había dejado de llover, tu capa me protegía tan bien que no me moje para nada… y bueno, tú, pareces perro bajo la lluvia con tus cabellos todos mojados” Rió levemente ante sus vocablos. Sin embargo, el comentario anterior no le hizo mucha gracia al caballero, quien había estado protegiéndole a capa (literalmente) todo el camino. Su hostigamiento fue tal, que optó por simplemente soltar de golpe a su contrario, originando que este último se estampase de bruces contra el rígido suelo.- Ja, Ja… que chistosito me salió el héroe ¡¿eh?! ¡Para que lo sepas, estuve protegiéndote de la lluvia todo el maldito camino hasta acá! ¡Estuve corriendo, saltando y caminando para que no nos atraparan! ¡Es obvio que voy a estar así de mojado, no soy tan flojo como para dejarme cargar todo un puto viaje del castillo hasta Hemtaro! ¡¿Eh?! –Pronunció con rencor sobre sus palabras, intimidando ligeramente al héroe, quien ahora yacía sobándose la frente en un intento de atajar su dolor. “Ay…. lo siento, mami…” El castaño reaccionó al percatarse de que había pronunciado aquellos vocablos, los cuales seguramente fustigarían a su contrario aún más, llegando al punto de odiarse nuevamente. Colocó ambas manos sobre su boca con el propósito de cubrirla, como si esta mínima acción ejercida forjase una especie de amnesia temporal sobre Meta Knight. “¡AHH! ¡L-Lo siento muchísimo, enserio! ¡Se me escapó lo último!” Por un momento dedujo que el caballero volvería a hostigarse ante su comentario, por lo que debería someterse a diversos golpes e incluso regaños conservando vocablos hirientes. Sin embargo… fue todo lo contrario a su previa conclusión. Meta Knight comenzó a reír levemente a causa de sus palabras anteriormente articuladas, prosiguiendo a contestar.- Así que de este modo uno se hace padre ¿eh? Qué raro que esta ocasión el hijo sea más viejo que el padre, y además que ni en el físico se parecen ¿No crees? –Estas acciones con realización previa, originaron perplejidad sobre Mario, quien nunca imaginó ver reír al caballero por un error bastante infantil. No obstante, decidió seguirle el juego, después de todo, su contrario necesitaba descansar mínimamente, recuperar fuerzas y sobre todo apaciguarse ante la situación actual. “Pues si wey, ósea, el hijo siempre debe ser más guapo que el padre, y yo ¡uuuf! soy hermoso, tus ojos brillan cada vez que me ves, este cuerpo tan hermoso es demasiado para este mundo”.- Aja sí, por eso la otra vez rompiste un espejo al intentar observar tu reflejo en él –“¡¿AH?! El espejo se rompió porque… porque”.- Porque eres demasiado horrendo para que te soportase, por eso se tronó –Y de este modo transcurrieron los minutos, la felicidad abundaba sobre aquel sombrío ambiente, cubriéndoles cuan manta, otorgándoles su calidez y tranquilidad. Como si literalmente fuesen… una familia, dispuestos a auxiliarse mutuamente, acompañándose tanto en las buenas como en las malas… o quizá… quizá realmente fuesen una familia. Pasaron por malos y buenos momentos, conflictos, disputas, reñidas horrendas, regaños, vocablos hirientes. Golpes, hostigamientos, odios, rencores, envidas. Sin embargo, como cualquier hermosa familia, fueron capaces de recibir disculpas mutuas, auxiliarse en caso de algún conflicto externo, otorgándose cariño, calidez, confianza, amabilidad, respeto, honestidad. Hacerse saber que ninguno estaría solo, yaciente sobre maldad, fúnebres paredes. Siempre, pase lo que pase, estarían juntos… aún si deben arriesgar su vida para proteger a su contrario.- Oye, tú que conoces un poco mejor Revolution… ¿En dónde estamos? –“Pues ni siquiera yo lo sé, no estamos en la frontera porque en ese caso estaríamos cambiando de frío a semi húmedo, digo, estamos yendo hacia Mushroom ¿Cierto?”.- ¿Y tú qué crees? Si hubiese decidido ir por el sur, aparte de que ya nos hubiesen atrapado y hasta quizá, asesinado, ahora mismo estuviésemos en la frontera con Alternative… y para llegar a Dreamland, obviamente tendríamos que pasarlo y después pasar por Sarasaland, otra vez en tu caso y llegar hasta nuestro destino. Puede que sea un camino bastante duro, pues Mushroom se caracteriza por conservar inmensas montañas, pero es más corto, además, no tendremos que pasar por un extenso mar para llegar a Dreamland.- Pronunció con seriedad, aclarando las dudas del joven castaño. Había optado por iniciar una conversación, fuese breve o extensa; pues no le importaba en lo más mínimo su duración, simplemente necesitaba charlar momentáneamente, intentando alejarse lo mayor posible de aquella realidad. No obstante, suaves vocablos devastaron sus planes. Tras suyo, fue capaz de percibir una tímida voz, dulce cuan infante, repleta por inocencia, carente ante cualquier maldad.  “Puedo… ¿hacerles compañía?” El joven héroe se apaciguó levemente al escuchar esta voz, sin embargo, Meta Knight fue todo lo contrario. Tan pronto los vocablos dieron término, el joven con anterior mención giró tras de sí, observando detenidamente al poseedor de aquella hipnotizante voz. Era… un joven albino, conservando apariencia dulce, amable, honesta, inocente. Para cualquier individuo le hubiese parecido alguien de confianza, pero el caballero le veía más como un enemigo dispuesto a dañarles. Haciendo uso de su mano derecha, tomó fuertemente su espada, todo esto en caso de que aquel joven decidiese atacar. Prosiguió a cubrirla haciendo uso de su capa, con el propósito de ocultar su ataque y tomar al contrario por sorpresa.- ¿Quién eres y qué haces aquí? – Ante tal pronunciación, el joven albino decidió retroceder levemente, evitando que le hiriesen. “S…Soy M…Mezde Uirusu… y…yo q…quiero regresar a mi hogar ¡Dreamland!, me tenían preso por un crimen del cual no tengo nada que ver ¡Soy completamente inocente! pero ellos nunca me escucharon… simplemente me echaron al bote (es como se le dice a la cárcel aquí en México) y ahora que he finalmente he podido escapar de ese inmundo lugar… no sé cómo regresar a casa. Y bueno… como escuché que iban hacia Dreamland pues… quería preguntarles si podría ir con ustedes ¡O tan siquiera hacerles compañía!” El joven adonis quedó perplejo brevemente. No fue por la explicación que aquel albino les otorgó, sino, porque ahora mismo yacían presenciando con ojos propios a nada más y nada menos que…- El Mirror de Martín… ¡Claro!... su apellido es Uirusu, además, eso explica el parentesco tanto físico como vocal, ambos poseen una voz bastante dulce a decir verdad. Conserva sus ojos azules y sus cabellos blancos. Sin duda alguna es Mr. Martín –Pensó para sí. Claramente ambos jóvenes poseían un parentesco inigualable. Sé que muchos dirán “Pero es obvio, es su reflejo” Sin embargo, recordemos que en mínimas ocasiones el Mirror puede ser capaz de igualar la apariencia, voz e incluso actitud dignas del reflejo original al cual corresponde. Y obviamente, tanto Martín como Mezde pertenecen a esta minoría. “Meta ¿No crees que deberíamos ayudarlo? Digo, se ve todo triste y desanimado. Su ropa desgastada…. estoy sintiendo muy feo por él aunque aún no lo conozca bien bien. Sé que Rosalina nos dijo y recalcó como quién sabe cuántas veces que no confiásemos en nadie en el Kenkai porque puede que nos hagan daño y esas cosas, y también recalcó que si nos morimos nuestro reflejo también morirá y eso, pero si derrotamos nuestro reflejo no pasará nada, más que ya no podremos vernos al espejo, pues lo más probable es que vuelva a aparecer…. pero, creo que este niño necesita ayuda. Velo wey ¡Velo! ¡Necesita ir a casa”  Murmuró en dirección al caballero, poseyendo como único propósito que aquellos vocablos quedasen únicamente entre ambos. Meta Knight era bastante desconfiando, recelando ante la más mínima acción ejercida por cualquier individuo. La vida le obligaba a sospechar en exceso, intentando descubrir las verdaderas intenciones de su contrario.- Mario… creo que deberíamos dejarlo aquí, es el Mirror de Martín. “Se ve que es bastante amable” y la chingada, pero… hasta la misma oración lo explica “Se ve” no “Es”, si hasta del verdadero desconfío aún, con eso te digo todo…  -“Pero…”.- Nada de peros. Te preocupas mucho por los demás sin saber si realmente es todo parte de un engaño y tu todo pendejo caes en sus redes. Debes aprender a desconfiar ¡Aunque sea un poco! No puedes andar confiando en medio mundo sin saber sus intenciones ¿Qué tal si es un cómplice del Dark al cual buscamos? Sólo piénsalo… Qué curioso que vaya al mismo lugar  ¿eh? –“Puede que sea una coincidencia…”.- ¡Coincidencia ni que chingados! – Estas últimas palabras fueron enunciadas arduamente, llegando a la ubicación del joven Uirusu, quien ahora percibía aquel fuerte hostigamiento. Prosiguió a bajar su mirada con dirección al suelo. Sabía a la perfección que su plan había fracasado rotundamente, por lo que ahora debía someterse a diversos regaños y golpes por parte del amo. Suspiró con pesadez, resignándose finalmente a irse del lugar… no obstante, aquella voz tan determinada atajó sus acciones. Sin duda, no hace falta mencionar a su poseedor. “Mezde, he  decidido acompañarte hasta tu destino. Y nuestro caballero también lo hará ¿Verdad?” Meta Knight simplemente masculló ante de pronunciar el vocablo afirmativo “Si” obviamente acompañando de bastante pesadez y hostigamiento externo. “¡¿E…En serio?! No me están mintiendo ¿Cierto?” “Por qué te mentiríamos, sólo queremos ayudar, además, se ve que eres un Mirror muy amable, difieres mucho de tus compañeros ¡Eso me gusta!” El joven castaño siempre estaría dispuesto a ayudar fuese quien fuese… No obstante, el caballero tenía razón en sus breves palabras… Debía aprender a desconfiar mínimamente, pues sobre aquella cruda realidad en la cual viven, no todos los individuos conservan las buenas intenciones que dicen poseer… Tal y como sucede en esta ocasión ¿Te has percatado, querido lector? Nuestra realidad no difiere mucho ante la de nuestros protagonistas. Brutales ataques carentes en cuanto a clemencia se trate, hipocresía, narcisismo, mentiras,  ambición de poder… La emoción del joven fue tal, que se dirigió hacia Mario para abrazarle fuertemente, agrediéndole de todo corazón el haberle salvado la vida… “¡Gracias, joven Mario!” “¿Vez? Hasta aquí me conocen” “Pues sí… pero no como en su mundo. Aquí lo conocemos por ser un gran bandido y trabajar en la mafia. Además de traicionar a la princesa Peach por más de dos ocasiones” Mario se había ilusionado tanto… dedujo que sería un prestigiado héroe como lo es en su realidad, sin embargo, al parecer  su relejo es muy diferente a él. De hecho, es todo lo contrario. “Ah… ya…” Aquellos vocablos articulados tan inocentemente, originaron que una pequeña risilla incómoda surgiese de sus labios… Meta Knight simplemente se dedicó a escuchar la conversación que sus contrarios ahora sostenían.  Mario, como siempre, presumía  ser el mejor héroe que jamás hubiese surcado aquellas tierras bautizadas como “Mushroom”. Ajeno a la charla, comenzó a observar de reojo al Uirusu, quien dé vez  en cuando, le devolvía la mirada. Sin embargo, su mirada era fría, lúgubre, sin el más mínimo atisbo de clemencia. Había intentado en repetidas ocasiones obtener la completa atención del más bajo, todo con la intención de advertirle sobre lo que había observado y otorgarle sus teorías. No obstante, el castaño simplemente le ignoraba, alejándose cada vez más del caballero, evitando que siguiese “fustigándole”. Meta Knight lo había deducido desde su pequeño “conflicto” causado por decisiones claramente divididas. Acompañar o no al Uirusu… una terrible idea. Temía que les hiciese algo, por lo que en ningún momento retiró su atención del chico, ni mucho menos  apartó su agarre de Galaxia (la espada que posee). Pensó, que lo más obvio es que estuviese dirigiéndose hacia el castillo de Dreamland… pues todo lo que anteriormente les explicó era una total mentira. ¿Cómo lo descubrió? Fácilmente. Al observar con detenimiento cada uno de sus rasgos faciales, pudo concebir casi instantáneamente su edad real, siendo como un aproximado, 15-16 años. Claro, Martín posee una estructura facial bastante joven, sin embargo, incluso se le puede identificar con extrema facilidad su edad adulta. En cambio Mezde… Al ser un menor de edad, debería estar en un reformatorio, no en una cárcel, donde únicamente ingresan los individuos que conservan la mayoría de edad. Debía estar atento, aparentar el haberle creído cada vocablo que había pronunciado, pues esto, podría llevarles hasta su destino haciendo uso de algún atajo, o quizá… darle término a su corta vida, fracasando horriblemente en cuanto a su cometido. Atajó su caminar al no ser capaz de percibir pasos ajenos, optando por voltear tras de sí, encontrándose con Mezde, quien ahora le observaba con malicia, rencor y crueldad.  Tras suyo, yacía sobre el rígido suelo su actual compañero, Mario, el cual, estaba completamente inconsciente… Al presenciar tal escena, desvainó rápidamente su espada, prosiguiendo a colocarla sobre el cuello del joven Mirror.- Nunca creí que fueses alguien de confianza ciertamente –“Si, no soy muy bueno mintiendo ni mucho menos actuando, pero al parecer tu amiguito se la creyó toditita”.- Intentaste matarnos ¿Verdad? –“No, de hecho, sólo soy un cómplice y “distractor”. Pero, quizás mi amo si lo haga~”.- ¿Tu qué…? –Ni siquiera fue capaz de dar término a su oración cuando de pronto recibió un fuerte golpe sobre la cabeza, desmayándose instantáneamente.  
WOWOWOWOW,me tardé un día en subir esa madre, otsea sólo me atrasé un día qidhu9qgdyugyig es un nuevo récord :D(¿ okya XD, maldita eskul no me deja escribir ni madres ahre >:´´v 

Pero weno, no venimos a leer mis pendejadas y faltas de tiempo, si no, que aparte de leer la historia, ¡Llegó un nuevo guerrero! :D Démosle la bienvenida a Crashito Bandicito!!!!



Espero te guste, querido guerrero uwu

¡Oh, y antes de irme y que se me olvide alv! 
Tenemos un nuevo bloggesito. Es como un tipo crossover entre muchas bloggers, sean conocidas o no. El blog se titula Tarántula , su trama conserva terror-suspenso-terror así queeeee ya valieron madres mijitos(¿
Así que, aparte, vamos a estar ocupadas con el bloggesito uwu por lo que les pido paciencia…. y bueno, como no quiero dejarlo morir tan pronto, opté por escribir tres entradas al mes y no cuatro ¡Sí, sólo tres!, ósea que la cuarta semana se la dedicaré a la escritura del blog, pues escribir diez pinches hojas es 1.5x1.5 no es tan fácil ¬¬ 



Y weno, sin más que agregar ¡Hasta pronto!








14 de agosto de 2018

⚜ Kenkai - El mundo espejo: Capítulo 3 ⚜ + Retraso digno de mi :^

~ Kεnkai ~  
દ El mundo espejo ᙒ  


Capítulo III


Cargaba con apaciguo diversos papeles sobre sus manos, pruebas provenientes de experimentos claramente imperfectos, pócimas y múltiples creaciones. Caminaba taciturna entre aquellos largos pasillos dignos del castillo en el cual habita; siendo su única misión, el llevarle la actual investigación al amo. Sus sencillos tacones resonaban sobre aquel rígido suelo, teñido grisáceo, decorado por los más finos azulejos, aparentando ser cristales fáciles de quebrantar utilizando el más mínimo golpe.- El amo debió haber llegado hace algunos momentos, digo, no es tan dificultoso ir y venir desde Revolution hasta acá. Son máximo unos 15 minutos…-Se declamaba así misma, percatándose de cualquier error que su teoría conservase. Tocó la puerta tres veces, como es su costumbre, esperando el vocablo afirmativo “Puedes pasar” digno del señor a quien le servía. Observó con detenimiento sus frágiles mechones ambarinos, suaves cuan almohada. Cuidados como si fuesen diamantes poseyentes de inmenso valor monetario, sublimes ante cualquier mirada. Suspiró levemente, recordando aquellos intentos sin éxito alguno para lograr obtener una cita con el amo, haciendo apreciar sus tributos físicos. Tocó nuevamente, siendo en esta ocasión un golpe fustigado, capaz de poner alerta a cualquier individuo.- ¡Señor Meta Knight! ¡Soy yo, la científica real, Rosleeina! Vengo a traerle un reporte bastante extraño de la frontera “Original-Kagami”, cuatro individuos la han traspasado mediante un aparato bastante potente, ¡Con una fuerza mayor a la de un Yuzen! El Kenkai está en peligro, seguramente están realizando pruebas que podrán en riesgo nuestro mundo –Inmediatamente al finalizar su oración, la puerta frente a la cual yacía presenciando, se abre abruptamente, alterando a nuestra actual protagonista Rosleeina. “¿Cómo dices?” Frente a ella, se encontraba nada más y nada menos que su fiel compañero Mezde, a quien por supuesto le tenía bastante cariño; auto-considerándose su hermana mayor.- ¡M-Mezde! ¿Q-Que haces aquí? ¡Es decir! ¡¿Q-Qué estás haciendo en la oficina de nuestro amo!? –“No te preocupes, hermosura, el amo nos dejó a Pinky y a mi encargados de la oficina y el castillo mientras iba por unas cosas a Revolution… bueno, dejando de lado mis payasadas diarias… El reporte que mencionaste hace algunos momentos ¿Es real? , O sólo era una excusa para entrar a la oficina del amo y de paso coquetearle” La joven científica le miró indignada. Su contrario sabía perfectamente el motivo que aquellos coqueteos conservaban, por lo que sobre su criterio, no poseía el suficiente derecho de pronunciar estos vocablos en su contra. Además, el joven adolescente realmente intentaba seducir al amo, incitándole a tener diversas noches de pasión con él, empeorando la situación significativamente.- Lo dice el niñito que en sus sueños se folla al amo ¿Huh? pero bueno… Si, el reporte es 100% verídico. Entre mis revisiones diarias de la frontera, encontré una entrada exterior al Kenkai que llevaba directo con este, dando así la oportunidad a cualquiera de entrar al mundo. Al parecer esta entrada proviene del “Mundo Original” o en comandos que por cierto ninguno de ustedes dos han podido aprender… “World 21-y22-a.1198/INOND” –Declamó. Sus contrarios quedaron perplejos ante tal explicación. Hace años que nadie había sido capaz de aventurarse sobre sus tierras, recorrer rocosos senderos, soportar extremas temperaturas, caminar entre humedad, escondiéndose cuan animal nocturno, evitando el ser atrapado junto a su crimen antes cometido. El último registro de esta categoría fue con una joven perteneciente al clan Yamamoto, quien por un largo lapso temporal, terminó siendo entrenada entre diversos “Mirror´s”. Se retiró del Kenkai cuando la guerra sobre su mundo dio inicio, originando estragos, llevándose vidas inocentes, forjando charcos carmesíes, los cuales se pisoteaban cruelmente, como si no tuviesen valor alguno. Entre susurros repletos con envidia y repugnancia, se teorizaba sobre su orientación sexual, pues por lo general hablaba de su “pareja” con terceros utilizando vocablos femeninos para describirle…Como si fuese la creación perfecta de dios. Rizos azabaches cuan brutal anochecer, ojos verdosos, brillantes ante la luz. Y finalmente, piel blanquizca, poseyendo apariencia de la más fina nieve que jamás haya penetrado aquellos suelos, lúgubres, tenebrosos, grisáceos. Se le menospreciaba en exceso, considerándole como una mujer débil, incapaz de protegerse a sí misma, recibiendo diversos maltratos ajenos sin motivo alguno para ellos, siendo su única excusa el “entrenarla”. No obstante, demostró todo lo contrario, derrocando con máxima facilidad a quien entonces era su instructor. Dark M. Knight… Claro que no le provocó daños severos, sin embargo, logró tumbarlo contra el suelo empleando menos de cinco golpes. ¿Cuánto tiempo había transcurrido desde su primera clase?... sólo dos míseras semanas, las cuales como se describe en líneas previamente redactadas, nunca desaprovechó. Sabía perfectamente su misión; el intentar derribarle, por más fuerte que aparente ser. Desapareció después de esto. Se concibieron bastantes teorías, dando distinto enfoque entre cada una de ellas. “¡¿P-Pero cómo?!… s-se necesita un Yuzen para cruzar ¿No? A-Además, pocas personas han podido cruzar la frontera… y esa joven era una de ellas… Pero aun no entiendo algo ¿Qué artefacto utilizaron para cruzar? ¿Qué potencia debe tener para transportar cuatro personas al mismo tiempo? ¿Por qué decidieron llegar hasta aquí? ¿Qué quieren de este mundo? ¡Digo! ¡Hay otros como “Negative!” u “Oust” que poseen incluso más recursos que nosotros!” Enunciaba exaltada la joven rubia. Realmente le importaba su mundo, el futuro de este. Anhelaba morir sobre sus tierras, aún si es asesinada brutalmente. Puede que su mundo no fuese el mejor, llenos por perfección, sin indicios de errores extremosos. No obstante, debía amarlo. Después de todo… este es su hogar. Fúnebre, triste, amargo, brutal, cruel, horroroso. ¿Qué más podría pedir? “Tranquila, Pinky… yo puedo darles una excelente bienvenida a mi manera, así podría convencerles de que no nos hagan ningún daño y ¡chan chan! ¡Tooodos felices y contentos!” Ambas jóvenes observaron detenidamente a su contrario, declamando al unísono “¡M-Mezde!” ¿Por qué tal exclamación? Pues… conocían perfectamente a su contrario, malinterpretándole en algunas ocasiones (por no decir generalmente), pues el joven albino no era tan santo como muchos le catalogaban. “¡Eso no, mamonas! La otra bienvenida…” Pronunció cruzándose de brazos ante tal  “insulto”. Sus contrarias suspiraron aliviadas. Sinceramente creían que aquella “Bienvenida” iba terminar convirtiéndose en una orgía. Conociendo a Mezde…- Dales la bienvenida que quieras, pero eso sí. Hay que evitar a toda costa que entren al castillo, quizás quieran algo de aquí para sus experimentos raros como dije anteriormente y todo eso…pero sobre todas las cosas, en el caso de que logren entrar… Protejan al amo con su vida, somos sus guardianes y caballeros ¿Bien? –Sus contrarios asintieron. Sabían con exactitud cada norma a la cual debían someterse, respetar. La campana matiz ceniza resonó entre cada cuarto, cada pasillo, alertándoles sobre la llegada ajena. Era su amo, quien yacía escoltado por sus siervos en caso de algún ataque. Se conocía perfectamente el poder que poseía, sin embargo, debían protegerle. Según el joven caballero, este es y será su destino hasta morir. “Será mejor que nos vayamos, Mezde, dijo que cuidáramos el castillo y la oficina, no que nos la pasáramos de pendejos jugando domino” Pronunció tímida. Lo último que deseaba era un castigo por parte del amo, el cual seguramente le dejaría sin alguna de sus extremidades. Le temía en exceso, al punto de sumisión excesiva, aparentando ser un joven infante, libre ante cualquier pecado. Un alma pura, sin rastro de maldad sobre su ser. “No te preocupes Pinky, le diremos que abrimos la oficina para sacar las llaves del cuarto grande  y mientras las buscábamos oímos a mami Rosy contar lo de su informe ese y ya está ¡Felices y salvados sin que nos quiten un brazo o una pierna! ¡Salimos sanitos de esto! Créanme…” Sin duda alguna, el Uirusu poseía ideas retorcidas pero creíbles a su modo…Claro…Como si el amo creyese cada tontería… Seguramente, sería un milagro para cada uno de sus míseros siervos. Cuando el caballero se aproximó hacia su ubicación, simularon el estar charlando sobre tonterías diversas, sin mucha coherencia en realidad. Luego de algunos leves regaños por “invadir” su “propiedad privada”, único lugar en el cual la paz podría abundarle, se le preguntó a Rosleeina el contenido de aquellos papeles blanquizcos que poseía, alarmándole. ¿Por qué? Sabía perfectamente lo que informaría, apaciguándole, no obstante, le preocupaba bastante la respuesta del amo. Era fácil de hacerle enfadar, por lo que tan sólo necesitaba explicarle aquel contenido para fustigarle al instante. Debía ser clara, evitando enfadarle a toda costa, pues esto último podría costarles la vida.- M-Mi señor… y-yo e-encontré algo extraño sobre la f-frontera “Original-Kagami”. D-Durante mis revisiones diarias, hallé una especie de entrada exterior al Kenkai, proveniente del Mundo Original. Al parecer fueron cuatro individuos los que ingresaron. Aun no se sabe con exactitud de quienes se tratan, pero lo que si se conoce es que traspasaron la frontera con ayuda de un aparato b-bastante potente, pues pudo ingresarlos al mismo tiempo. ¡Es incluso más poderoso que un Yuzen! ¡El Yuzen más fuerte se queda corto con la fuerza del artefacto que utilizaron para llegar hasta aquí! –Finalizó haciendo uso de una exclamación. El amo observó detenidamente los papeles que ahora poseía, leyendo cada coordenada, colocando toda su atención sobre el más mínimo signo, pues sabría que esto era de gran importancia. Seguramente, el Kenkai estuviese en inminente peligro… gracias a su ambición de conquistar otros mundos mediante sentimientos negativos, tales como la ira, la tristeza, la venganza, entre otros. “Rosleeina, Mezde, Peach, ustedes tres se encargarán de buscar a esos imbéciles, y cuando los encuentren, los traerán hasta aquí, luego me las arreglaré con ellos, quizás tengan buena energía para ejecutar un Inuzen (Tipo de magia la cual es capaz de revivir a cualquier ser humano. Para su ejecución efectiva, es necesario como mínimo cuatro sacrificios, los cuales deberán poseer cierta energía y poder, menester para la garantía del Inuzen)” Sonrió victorioso. Si lograba su cometido, finalmente podría hacerle revivir, estar con él, abrazarle, besarle, otorgarle ese cariño que tanto anhelaba.- Mi señor… no quiero decepcionarle pero si se supone que usted es la parte “Mirror” de Meta Knight…. ¿No cree que si lo asesina usted también morirá? –Enuncia con inseguridad. “Lo siento, no te escuche ¡¿Podrías repetirlo?!” Ante los vocablos previamente pronunciados, Rosleeina retrocede abatatada.- N-No dije nada… fue una idiotez –Debía tener en cuenta un elemento bastante importante. El amo estaría dispuesto a otorgar su vida, e incluso la de terceros con tan sólo ver a su hermano nuevamente vivo. Finalmente obedecieron sin chistar, sabiendo que la desobediencia no era una opción aceptable. Salieron con presteza del castillo, dirigiéndose a las afueras de este, admirando aquel cielo tan grisáceo que siempre les acompañó. Cada uno fue por su lado y rumbo, negándose a ir en grupo, pues querían demostrar su máximo potencial, ganando así un poco de fama entre terceros ajenos al castillo sobre el cual habitaban. “No le fallaremos, mi señor, se lo aseguramos, lo juramos por nuestra propia vida” Dicen para sus adentros, recónditos lugares, secretos jamás contados… Brutales pecados sin perdón alguno. 


AK/Peach – Kenkai 

-¿Ayuda?... Por favor ¿Podrían ayudarme?... N-Necesito llegar a Dreamland lo más rápido posible… -Solicitaba auxilio. Yacía sumida entre la oscuridad del reino. Aquellas tierras oscuras, donde habitan los peores clanes, sanguinarios, crueles, carentes si de clemencia se habla. Ejemplos relativos son los tan conocidos Shando, el peor clan jamás creado. Poseyentes de una brutal historia, repleta por locura y venganza. Entre clanes el más poderoso sin duda, incapaz de perder una mísera batalla. “El río de sangre” su mayor obra “artística”, caracterizada por ser una horrenda contienda sin piedad alguna, llevándose consigo miles de vidas, forjando traumas irreversibles, crueles estragos, dando término a diversas familias… dejando tras ellos el tan inminente río carmesí. Recorría discreta aquellos luctuosos senderos. El ambiente comenzaba a tornarse algo pesado, incomodando mayormente a la joven, quien observaba a sus alrededores, intentando averiguar su ubicación actual. Sin lugar a dudas, sentía temor rasgándole tras la espalda, oía pasos ajenos sin dueño aparente, voces susurrantes, enunciando diversas palabras carentes de sentido. ¿Acaso se hundiría ante la locura? Comenzó a correr con máxima presteza, elevando su vestido color rosáceo entre cada paso.- N-Necesito salir ¡Mario! ¡Meta Knight! ¡Ayuda! ¡Por favor! –Gritaba fuertemente, demandaba auxilio inmediato. Sentía una horrenda sensación, era como estar sobre el mismísimo infierno. Corría cuan sabandija entre la bestial oscuridad, protegiendo sus crímenes con previa realización, evitando a toda costa el ser capturado. Terminó descansando bajo un inmenso árbol, el cual la “protegía” de casi cualquier peligro tras su espalda. Jadeaba fuertemente a causa del cansancio que ahora dominaba todo su cuerpo. Abrazó con fuerza aquel tronco, aferrándose a este como si su vida dependiese de ello. Desconocía la historia oculta tras el árbol, perteneciente a uno de sus aliados. Si, aliados. El gran árbol al cual yacía abrazando fue plantado hace mucho tiempo por nada más y nada menos que una joven Shando de nombre Karla. ¿Les suena? Quería impregnar algo de su autoría sobre Edo, haciéndose recordar entre terceros, aunque fuesen susurros repletos con envidia, repugnancia, vergüenza ajena. Anhelaba regresar algún día. Nuestra joven Edoteniense era de los pocos “Mirror´s” los cuales no cambiaban su actitud a pesar de corresponder a distintos mundos. Ambas seguían conservando aquel lejano sueño de hacer reflexionar al clan, abriéndoles un nuevo sendero, sin crueldad, maldad, dejando atrás múltiples inhumanos sacrificios.- Quisiera… poder al menos sentir un abrazo por última vez… lo más seguro es que muera sin siquiera completar la misión ¡Soy una inútil! ¡No sirvo para nada! ¡Ni si quiera sé por qué me eligieron para esto! ¡Ni por qué chingados acepté! ¡Maldita sea! –“No creo que una princesa tan refinada utilice ese tipo de lenguaje ¿Dónde aprendió esas palabras?” Alzó su vista levemente, admirando a su contraria, la cual le miraba con calidez y apaciguo, cuan madre protectora, comprensiva ante errores dignos de cualquier infante. Rompió aquel roce, retrocediendo gracias al pavor que ahora sentía sobre su ser.- ¡¿T-Tú eres?! –La servidora asintió utilizando su cabeza. “Sí, efectivamente, soy tu Mirror, Dark Peach, mucho gusto” Enunció solemne, dedicándole una sonrisa bastante afectiva, apaciguándole al instante. Le ofreció su mano para ayudarle a levantarse, la cual fue bien recibida. Peach prosiguió a reincorporarse, sacudiendo su hermoso vestido teñido grisáceo gracias al polvo que le rodeaba.- El gusto es mío…  ¿Qué haces aquí? –Preguntó curiosa, desconociendo el estado actual del Kenkai. Su contraria desvía la mirada, se le podía observar deprimida, adolorida, de alma quebrantada cuan fino cristal. La servidora toma ambas manos de ahora su contraria, procediendo a declamar. “Hago mis recorridos por los reinos, ya sabes… debes saber todo sobre ellos en caso de que estén en alguna guerra y así poder ayudarlos. En este mundo Mushroom y Alternative son muy buenos aliados, por lo que sería casi imposible que se creara una guerra entre ambos…” Fingió una sonrisa, otorgándosela a Peach. La joven con anterior mención dudó sobre esos vocablos, la pronunciación que se utilizó. Era, literalmente como verse en un espejo, reflejante ante cualquier verdad. Sería honesta consigo misma, en algunas ocasiones ocultó su tristeza tras una sonrisa bastante forzada, evitando entristecer a sus seres queridos… o al menos lo que conservaba. A la gran mayoría les utilizaba para ejercer diversos planes, haciendo uso de aquella hipocresía que tanto le caracterizaba. Sus verdaderas intenciones diferían en exceso a lo que en realidad ansiaba llegar. Entonces… ¿Qué le ocultaba su contraria? ¿Acaso sería una esclava?... Su curiosidad fue tal,  que no dudó ni míseros segundos en preguntar sentimentalmente.- ¿Te ocurre algo?... es que… esa sonrisa no es real ¡Lo sé porque….! Yo soy así, y tú no me dejarás mentir –Dark Peach se estremeció al percibir tales vocablos. Al parecer la joven princesa creía que cada Mirror sobre el Kenkai conocía perfectamente a su “Reflejo original”, concibiendo cada táctica, cada minuto que vive, la manera en que se expresa. No obstante, la mayoría no tiene conocimiento sobre su “Reflejo original” creyendo solamente en que su existencia es única, negando cualquier idea la cual le contradiga. “Ah… si, sé que eres bastante… hipócrita… pero en serio ¡No me pasa nada! Lo que te digo es totalmente cierto, creo que en tu mundo es muy diferente a aquí ¿no?, bueno, no sé, sólo supongo…” Enunció. Sinceramente creía que su Reflejo original era sumisa al igual que ella, esto último le hizo recordar aquel dicho el cual su madre siempre le expresaba “Nunca juzgues un libro por su portada” Peach rió levemente.- Si… es demasiado diferente aquí. Alternative no es aliado de ningún reino, todos le tienen temor y odio. Mushroom es aliado de Dreamland y Sarasaland…. ¿Aquí lo es? –Su contraria le observó detenidamente, forjando un encuentro entre ambas miradas. Mushroom yacía entre la perdición, estragos sin reparación existente. Sarasaland… era igual, difiriendo en algunas circunstancias. Alternative es lúgubre completamente, carente de vida y habitantes. La mayoría desconoce su existencia. El único reino que yace en pie aún es Dreamland… a comparación del Mundo Original, estas tierras son el infierno mismo, crueldad sobre estas. Traición, pecados, brutalidad… “Si… pero sólo Sarasaland, Dreamland en cambio es… ¡Aliado de Revolution! ¡Sí…! Y bueno… pues creo que es más tranquilo por allá ¿No?” La joven princesa suspiró pesadamente. Ésta vez debía evitar mentirle, optando por contestar del modo más honesto posible.- Je… pienso que incluso es peor allá que aquí. ¡Digo! ¡Al menos Alternative está con ustedes!  Y no en su contra –“¿A qué se refiere?” Como se escribió en líneas previas, Dark Peach desconocía todo sobre su Reflejo Original y el mundo en el cual habitaba, desconociendo igualmente sobre “El rio de Sangre”- Bueno, es una muy laarga historia. Opino que deberíamos caminar un rato y mientras me llevas a un lugar seguro ¡Por favor! Podría contarte esa larga historia ¿Te parece? –Sonrió. La servidora simplemente asintió, nunca en su vida había conocido a una persona tan “amable”. Sin embargo, evitaba el encariñarse a la joven… sabía cuál era su cometido. Entregarla con su amo. Si el caballero decide ejecutar el Inuzen, lo inminente es que Dark Peach desapareciese, necesitando de su Reflejo Original para continuar subsistiendo.  “Si muero, será por usted, Joven Kirby…” Pensó con melancolía.


MK/Sans – Kenkai

-Claro, debo de acostumbrarme y todo eso alv, debí olvidar esta estúpida “Misión” y dejar que Kirby se encargara de esto, así lo más seguro es que ahora mismo estuviera viendo en Netflix alguna serie como “Stranger Things” o “Luis Miguel” ¡Yo qué sé! ¡Ah pero no! El pendejo de yo tuvo que aceptar para no decepcionar a nadie ni que le estuvieran diciendo “Eres un huebon, Sans, por eso nadie te elige para alguna misión” Estúpidos… -Parloteaba para sí mismo del mismo modo en que caminaba exasperadamente, ansiando descubrir su ubicación actual. Al no tener con quien charlar un rato sobre su hostigamiento, optó por iniciar a conversar solo, conservando la apariencia de un loco sin sentido común, válgame la redundancia.- Los caminos todos chidos, las paredes igual, los jardines están geniales y todo pero… ¿¡POR QUÉ ESTÁ TODO ASÍ!? ¿¡QUÉ CLASE DE GUERRA EXPLOTÓ EN ESTE LUGAR!? ¿Dónde fregados estoy? ¡Este lugar sólo por el castillo se parece a…! …. ¿Mushroom? ¡No! ¡Sin duda no puede ser! –Declamó fuertemente, intentando obtener alguna respuesta que sobre su criterio considerase coherente en cuanto a la situación actual vivida. Creía que Mushroom sería igual a su mundo, sin características que difiriesen mucho entre sí. Debía calmarse, concentrarse, analizar cada centímetro a su alrededor. Parecía casi imposible que aquellas tierras fuesen nombradas “Mushroom”. Sí, el reino es bastante conflictivo, de esto no hay duda, organizó varias guerras con distintos fines, ya fuese por beneficio propio o simplemente para demostrar su poder ante cada nación. ¡Era imposible que estuviese en Mushroom! Y desgraciadamente… yacía recorriendo sus tierras, divagando entre cada sendero, observando los sublimes jardines que este poseía. Miró aquel cielo, grisáceo cuan pared, como si una fuerte lluvia se aproximase. Sin embargo, era normal entre estos lugares, nunca se había visto un cielo azul cuan mar, sesgo, libre de maldad, adornando un sublime ambiente. Ahora sólo podía pensar… ¿Podría Mushroom convertirse verdaderamente en esto? Olvidando cada costumbre que tanto le caracterizaba, las buenas personas que alguna vez habitaron sobre él.- Vaya mundo ¿eh?.... es más horrendo de lo que imaginé, bueno, ni siquiera me lo había imaginado, Jejeje…pero, sí que es algo triste, incluso, aunque no vaya a caer lluvia, lo pareciese. Todo el cielo gris, sin color. Joder… Que hijos de puta los que hicieron esto, seguramente no tuvieron ningún remordimiento –Admiraba cada rincón, matices grisáceos, carentes de vida. No eran colores luminosos, encantadores ante la vista, radiantes cuan estrella, potentes luces, capaces de iluminar cualquier inmensa oscuridad, derrocándole al instante. Continuó recorriendo aquellos fúnebres caminos con dirección a Dreamland. Aunque el ambiente no fuese completamente perfecto, debía mantener su determinación en pie, lo único que podría animarle a seguir, incitándole a cumplir su cometido. Lo más probable es que se demorara como mínimo un día en llegar al reino con mención previa. Esto último le desanimó ligeramente, no obstante  su mayor obligación actual era dar término a la misión, derrocar al Mirror que buscaban, demostrarle a  sus contrarios que no es un simple holgazán. Por un momento se cuestionó en utilizar la teletransportación para alcanzar su destino con mayor facilidad, sin embargo al ser una distancia considerable entre Mushroom y Dreamland, esto último le arrebataría bastante fuerza, debilitándole fácilmente. Gracias a esto, olvidó su idea por completo, considerándola absurda.- Esto literalmente será un camino muy largo… y cansado –“Suspiró” pesadamente ante tales pensamientos. Le frustraba el hecho de que fuese un largo camino, pues esto ralentizaría su llegada al reino con menciones anteriores.  Impregnaba sobre cada sendero una marca de su autoría, manifestando su estadía momentánea. Observaba detenidamente cada elemento del lugar, haciéndole único entre otros. Una suave brisa alborotó el ramaje que le rodeaba. Los pétalos se elevaron ligeramente, liberándose, percibiendo aquel suave viento. Un ambiente bastante pacífico, difiriendo en exceso ante su mundo.- Es muy bonito… Como extraño el Mushroom Original ¡Digo! ¡Este ambiente es normal allá! No que aquí es todo oscuro y en todo lo que llevo caminando es el único maldito lugar que se le puede llamar “Pacífico” sin necesidad que tengas que ponerte alerta a cada ratito para evitar que te maten. El Kenkai es horrible, literalmente es un Mundo Espejo ¡Aquí todo cambia! ¡Es lo contrario a lo normal! –“Bueno… yo no considero que sea del todo horrible, hay muchos lugares como este en que puedes relajarte un rato y olvidarte de todos tus problemas. Sólo hay que verle el lado bueno a cada cosa o circunstancia, eso es lo que yo aprendí estando aquí” Al oír aquella dulce voz, su sobresalto fue tal, que volteó tras de sí; y sin siquiera observar de quién se trataba, invocó  un Gasterblaster, listo para cualquier batalla a la que pudiese someterse. Su contraria retrocedió abatatada, observando con máximo detenimiento el arma tan útil que Sans conservaba. Colocó sus manos frente a ella, dando a entender que sus intenciones no eran del todo dañinas.  “¡T-Tranquilo! ¡No tengo malas  intenciones! ¡L-Lo juro! Mi nombre es Rosleeina, soy de Dreamland, vine aquí por turismo y relajamiento, aparte de curiosidad claro ¡Pero juro que no te haré daño! S-Sólo es que…escuché que decías que el Kenkai era horrendo y que raros son los lugares que pueden ser considerados como pacíficos, así que decidí  “explicarte” un poco sobre lo que he aprendido aquí” La joven sonrió dulcemente, aclarándole que sus intenciones eran lo contrario a dañinas…o al menos esto quería aparentar. Sans destruyó el arma ante aquellos vocablos, creyendo que era un individuo de relativa confianza. Prosiguió a preguntarle si conocía algún atajo hacía Dreamland, pues lo necesitaba urgentemente. La joven se ofreció a guiarle si es que lo deseaba,  evitando su pérdida, puesto que los senderos del lugar no eran los mejores, destruyéndose con el más mínimo golpe. Sans agradeció aquella oferta, aceptándola sin dudar ni un segundo. Esta era su oportunidad definitiva para dar por hecho el avance en cuanto a su cometido. Desgraciadamente… yacía dirigiéndose a su perdición sin siquiera percatarse de ello. “Ven, sígueme” Pronunció captando la completa atención por parte del esqueleto, quien por supuesto sería guiado hasta alcanzar su destino. “Tendrás que perdonarme… pero esto es por el Joven Kirby, este es mi trabajo, lamentablemente…” Pensó. Ambos caminaban con sosiego, charlando entre sí temas sin sentido en particular. Sus aficiones, pasatiempos, anécdotas un tanto peculiares. Conociéndose, compartiendo tiempo juntos,  evitando caer en aburrimiento. Las leves acciones de Rosleeina poseían como  único afán el atraparle entre sus redes, arrebatándole cualquier oportunidad para huir. Debía aparentar ser alguien que verdaderamente no es, originando un arrepentimiento enorme sobre su frágil alma, incapaz de soportar brutales maldades. Estaba mintiéndole a un individuo que confió en ella, confió en sus acciones, en cada palabra. Confió y creyó… sin la más mínima sospecha. Quería romper en fuerte llanto, abrazar a su contrario, implorar su perdón, sin embargo, esto último le costaría tanto su vida como la de sus compañeros. “Mezde… Peach… Zenku…Marett… no quiero perderles, son lo único por lo que vivo, sin ustedes seguramente moriría de tristeza, soledad, desasosiego. ¡No quiero morir de ese modo! Quiero morir junto a ustedes, viendo el rostro de cada uno. No quiero morir por manos ajenas, y si esto ocurre, les pondré atención hasta el último de mis suspiros. A veces desearía no haber nacido, nunca haber existido, ahorrándome tantas lágrimas, tanto sufrimiento… pero, nunca los hubiera conocido, nunca hubiera conocido la sensación de querer lo suficiente a alguien como para otorgarle tu vida para que vuelva a vivir. Me hicieron sentirme querida… Veo las marcas que adornan mi piel y comienzo a deprimirme, pero ustedes siempre estarán ahí para apoyarme, sacar todo sentimiento negativo de mi ser…” Anhelaba el estar siempre acompañada de sus amistades, sentirse querida, protegida, amada. Aquellas sensaciones que sus propios padres jamás pudieron concederle. Forjaron una joven inerte, sin corazón latiente, carente de emociones. Alguien que simplemente no le importaba vivir o morir… pues no poseía a nadie para realizar estas acciones. Marcas de moretes, graves quemaduras, brutales heridas decoraban su cuerpo blanquizco cuan nieve. Sentía tanta impotencia, debilidad, asco, repugnancia, odio, recelo, rencor. Sentía todo… menos amor, cariño, paciencia, comprensión, valentía, perseverancia, determinación. Finalmente, a sus trece años ya cumplidos, le abandonaron cruelmente, tachándole de imperfecta, horrible, golpes por doquier, horripilante ante cualquier vista “¿Quién quisiera una hija como tú? ¡Maldito monstruo!” Aquellas palabras aún rondaban su mente cuan almas en pena sin descanso alguno. Seguía pensando ¿Quién había creado este monstruo que es ahora?... Sus padres, quienes carecían de clemencia al colocarle esta categoría. Bajo la inmensa lluvia divagaba ente cada camino, buscando con la mirada algún refugio temporal que el bestial destino le concediese, desvaneciendo su maldad momentáneamente; al menos para mantenerle con vida… Ahí, justamente frente a ella yacía un lujoso castillo. Estaba en Chak Kin, la capital de Dreamland. Se aproximó con presteza hacía este, tocando su puerta, ansiando que alguien amable le proporcionase refugio contra la lluvia. Pero nadie vino… referencia a Undertale cof cof xd O al menos eso pensó. Luego de varios minutos los cuales la lluvia no desaprovechó para comenzar a intensificarse excesivamente, fue bien recibida por un joven de cabellos rosáceos cuan pétalos. Con ingenuidad sobre su mirar, la joven Rosleeina solicitó estadía temporal, la cual se le fue otorgada cálidamente, sin regañadientes. Le agradece tanto a aquel joven, sintiéndose incapaz de pagarle cada favor. Ahora, quizás podría “saldar su deuda”, utilizando al esqueleto (quien al parecer poseía bastante energía y poder) para ejecutar el tan deseado Inuzen.- Em… -El contrario le hizo huir de su transe, fustigándole brevemente.- Mi nombre es Sans… Sólo Sans… no tengo apellido, en cambio tú si ¿Verdad? o eres tampoco lo tienes –Rosleeina suspiró. Odiaba el recordar aquel apellido que tanto le caracterizaba, haciéndole sumirse entre sus pensamientos, rememorar cada línea de su pasado, cada grito, cada sollozo, cada lágrima. Recordar el rostro de su “Hermano”, quien terminó por hacerle una vida imposible, absorbiendo cada insulto, golpe, desprecio…- Mi nombre es Rosleeina… Rosleeina Segaly         



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El retraso :) todo por la skul ¡Te odio eskul! >:v oknio xddd sin mi beca quien me da de comer :´´´v (?




Okya xdd, pero weno uwu seguimos con esta History contándonos cada pendejada de nuestros personarijillos ;^(? xddd wenooo, si se preguntan por qué el retraso de un día pues creo que el texto de arriba lo explica todo :u así que… espero me perdonen :´´v cada vez estaré menos activa y espero que la skul me deje escribir ¡pinche skul! >:´v ahre ya xd Espero les esté gustando esta historia tanto como a mí me gusta escribírselas uwu y weno ¡Bye! ¡Hasta la próxima mis flanesitos y mijos!









6 de agosto de 2018

⚜ Kenkai - El mundo espejo: Capítulo 2 ⚜ + Dibujos qleros x,d

~ Kεnkai ~  
દ El mundo espejo ᙒ  


Capítulo II

Amor

-Simplemente… pensé que terminaríamos como aquel cuento que me contaba de niño. Que… nos casaríamos, que tendríamos una familia feliz… pero… Creo que la maldad le invadió por completo. Y eso… me duele, Mezde, y mucho -. Declamaba con aquellas lágrimas cristalinas que tanto le caracterizaban. Charlaba junto a su contrario, quien siempre yacía dispuesto a escuchar cada vocablo por su parte. La única escapatoria que poseía para abandonar momentáneamente aquel infierno sobre el cual habitaba. Necesitaba tiempo para descansar, desahogarse al conversar; que nadie le hiriese, ya fuese tanto emocional como físicamente. Movía sus mangas con sutileza, encomendadas a ocultar aquellas manos calcinadas brutalmente. Sollozaba cuan joven infante al no recibir lo que tanto anhela. Quería abrazar fuertemente a su contrario, olvidándose del sufrimiento al cual se sometía con regularidad; no obstante, conocía a la perfección el orgullo tan abrillantado que el joven Uirusu conservaba, por lo que descartó instantáneamente aquella idea, considerándole absurda sobre su criterio. Anhelaba un cálido abrazo, sin regañadientes, sin quejas ante este. Necesitaba…sentir una mínima pizca de amor ajeno, protección, apaciguo… como si fuese un infante, esperando a que su madre regresase pronto del trabajo, encarcelado bajo esa puerta, aparentando ser inderrumbable ante un golpe suyo.- Si me concediesen un único deseo… sería volver el tiempo atrás y disfrutar más de mi hermano… de mi infancia… de mi felicidad, que ahora, está olvidada -.Agitó nuevamente ambas mangas en señal de hostigamiento, dolor interno. Se le era negada su opinión propia, dejándola a merced de cualquier tercero. El hablar era casi un pecado, desahogarse parecía ser el infierno mismo sobre la tierra, atormentándole día tras día, durante sus sueños. Decidió hablar con su hermano sobre su situación actual. Necesitaba auxiliarse, recargarse en alguien, renovar su confianza, pintar aquella sonrisa que alguna vez le caracterizó. Necesitaba amor incondicional. No obstante, se le negó rotundamente. Ahora recibía peores castigos, tremendas torturas físicas y emocionales. Poseía una baja autoestima, siendo el suicidio su mayor tema de conversación. Sin duda alguna, su cordura comenzaba a disminuir durante el transcurso de los días, aterrando a diversos habitantes de ese castillo, originando renuncias sin razón aparente. No era capaz de concebir su estado actual con normalidad gracias a la carencia de cordura. Las semanas avanzaron cuan agua cristalina sobre un inmenso rio, decorado por rocas a su alrededor. El tiempo se encargó de eliminar diversas marcas, dejando a otras en proceso curativo.- Mezde ¡Mezde! –Gritaba con ímpetu el nombre de su contrario. Deseaba algún líquido para hidratarse, tomarlo eufóricamente acompañado de una dulce sonrisa. No obstante era incapaz gracias a sus múltiples quemaduras sobre las manos, por lo que necesitaría ayuda ajena. En diversas ocasiones la vergüenza que sentía al pedir algo era tal, que intentaría satisfacerse por cuenta propia, realizando un horrendo desastre. Esta vez, evitaría a toda costa el hostigar nuevamente a su “amado”. “Ahora qué demonios quieres, Kirby” Pronunció fustigado. Odiaba el atender al anterior nombrado como si fuese un pequeño infante incapaz de efectuar diversas acciones gracias a su corta edad. No obstante, debía admitir que sentía lástima por aquel joven, pues era algo sensible ante estos temas.- Mezde… sé que te molesto muchas veces pero… ¿Podrías servirme un vaso de agua?... ¿Por favor?... es que se me hace muy pesado, ya sabes, éstas molestas quemaduras que me cargo… Jejeje -.Sonrió. El Uirusu era incapaz de concebir aquellas acciones, gestos amables. Se sometía a diversos castigos, regaños, heridas extremadamente graves, horrendas e inhumanas torturas… ¿Cómo era capaz de conservar aquella sonrisa? Suspiró con pesadez, rehusándose al  comprender que siempre terminaría satisfaciendo sus necesidades básicas. No importa cuánto sufrimiento le otorgasen, siempre seguiría sonriendo, confiando en que aquel individuo sería capaz de cambiar si se lo propone. El perdón perdura sobre su corazón. “Toma… y sólo espero que no vuelvas a tener sed en esta pinche tarde, sabes bien que estoy muy ocupado y no tengo todo el tiempo del mundo para cumplirle a cada ratito los deseos de este niño” Pronunció sutilmente, refiriéndose al joven peli-rosáceo, quien yacía feliz gracias a aquel líquido cristalino designado como agua.- ¡No te preocupes, Mezde! No volveré a molestarte en tooodo el día ¡Lo juro! –El anterior nombrado sonrió con calidez cuan padre sobreprotector. Debía ser sincero consigo mismo… Kirby era capaz de ablandar incluso el más frío corazón. Prueba de ello era él… Ahora, yacía tumbado plácidamente sobre su cama, ubicada en una de las múltiples habitaciones dignas del inmenso castillo en el cual habitaba. Compartía aquel dormitorio con una “sirvienta” de nombre Peach, sin embargo, por lo general se refería a la joven como “Pinky”, haciendo referencia a su color favorito. Tono el cual al Uirusu le disgustaba bastante, considerándole repulsivo ante la vista ajena, feminidad excesiva entre diversas ofensas. Como método de escape momentáneo, leía apaciguadamente un libro, se desconoce el título de este gracias a la escasa popularidad que posee, siendo desconocido para muchos. Era su única hora de reposo, por lo que no Gdesaprovecharía ni un segundo. Después de terminar aquel libro, pensó en verificar al joven peli-rosáceo, en caso de que hubiese ejercido alguna acción dañina para su salud actual. No obstante, aquellos vocablos le alarmaron instantáneamente. ¿Desde cuándo se preocupaba por Kirby? Soltó el libro, atajando sus acciones. Colocó el objeto sobre la cama, para justo después, observar detenidamente el techo yaciente sobre él.- Mezde ¡¿QUÉ CARAJOS TE ESTÁ PASANDO?! Sé que te estás encariñado con él pero… ¡Agh! ¡POR QUÉ ME PASA ESTO A MÍ! ¡DEBERÍA DE ODIARLO! ¡ME HARTA! ¡LO ABORRESCO! Pero… nuevamente el pero… ¿Por qué me preocupo por él? No debería, pero no quiero que lo maten… ¡AY ESE PINCHE KIRBY! ¡LO ODIO! ¡ESPERO QUE CON ESA MALDITA MORDIDA TE MUERAS! –Justamente al finalizar su oración, se percibió un horrendo grito, repleto por temor, miedo, solicitando piedad. Aquella estruendosa exclamación impregnó sobre él una horrenda marca, incapaz de borrarse por más tiempo que transcurriese… Era… un grito de Kirby. Había escuchado diversos chillidos provenientes del joven, no obstante, este último cargaba tanto dolor, que las pupilas de Mezde se dilataron hasta sus límites, aparentando ser diminutos frijoles. Se levantó con la mayor presteza posible, prosiguiendo a marcharse del actual cuarto. Buscando la ubicación específica, manante de aquellos dolorosos sonidos, fue guiado hasta el sótano, lugar que mantenía restringido el acceso. Sin embargo, no le importó en lo más mínimo. Quería saber cómo estaba el joven a quien yacía buscando. El por qué verídico de esos gritos, emanando sufrimiento extremo, solicitando auxilio inmediato. La puerta del lugar estaba entrecerrada, siendo capaz de observar limitadamente el panorama interior. Evitando ejercer el menor ruido, se acercó con cautela, siendo acompañada por terror a lo que observaría. Su mente coloreaba un escenario teñido carmesí, aquel líquido vital resbalando sinvergüenza entre cada pared. Y por primera vez en su vida, adivinó el entorno con tan sólo imaginarlo brevemente. Kirby, su cuerpo, al igual que sus ropajes, yacían rasgados, cubiertos de sangre carmín, oscura cuan cruel oscuridad.- Meta… -Percibió. Estaba hablándole a su “pareja”, la cual, se había encargado de herirle brutalmente, prosiguiendo a matarle. El corazón del joven se tiñe con crueldad, rencor, odio hacia terceros… ¿Cierto? Les responderé utilizando el rotundo vocablo “No”. ¿Por qué? ¿Cómo es que aún su corazón poseía amabilidad, perdón, felicidad? Había sufrido en exceso, sí, se sometió múltiples veces a inhumanos castigos “amorosos”, golpes sin razón. No obstante, como se dice en líneas previamente escritas… sobre su corazón nunca gobernará la maldad, por más cruel y despiadado que un individuo fuese con él, siempre le perdonará, confiará en su cambio… nunca guardará rencor hacia nadie, difiriendo ante su lóbrego mundo, el Kenkai.- Sé que recordarás esta… canción… ¿Recuerdas?, me la cantabas de niño, me hacías sentirme feliz con ella cuando estaba triste, deprimido… me la cantabas cuando aún me amabas… al menos, deja cantártela por última vez en esta vida… antes de que la muerte venga por mí, mi alma, mis sueños… y me separe de ti… Querida María… ¿Cómo crece tu jardín?... Serás la, séptima, dama que vino aquí… Muy suave, responde, bajando la mirada…no hay tiempo…y temo…ver esta flor marchitar… Tú…sabes cuánto te amo… y por más daño que me hayas hecho, te seguiré amando, porque sé que podrás cambiar si te lo propones… sé que eres buena persona. Salvaste a Martín y a su hermano Hikaru de ser asesinados por su propio clan… Yo no creo sinceramente que fueses una mala persona… sólo que en algunas ocasiones, te dejas llevar por la maldad… así que, nunca olvides que te amo… sé que, cuando reencarne serás una mejor persona… confío en ello, Meta Knight~ -Pronunció débilmente el nombre del mayor, mientras con inmensa lentitud, su cuerpo iba desvaneciéndose, convirtiéndose en polvo gris… cuan ambiente lúgubre… un horrendo lugar sin duda. Y ahí estaba, recargado de espaldas sobre la puerta, sollozando utilizando un volumen bajo, evitando captar atención ajena, revelando su ubicación actual. No podía creerlo, debió de llegar un poco antes, intentar atajar las acciones del amo. Sin embargo, no se creía lo suficientemente fuerte como para derrocarle, o si quiera soltarle un mísero golpe sobre el rostro. Por dentro, pudo percibir de igual modo los sollozos del caballero, dolorosos, lúgubres. Nunca pensó que sus acciones llegasen a tomar este rumbo tan indiferente, tenebroso, perturbador, cruel. ¿Qué clase de “amigo” se le podría considerar? El joven peli-rosáceo le había confiado sus secretos, sus anhelos… imaginó que podría confiar en él.- Perdóname Kirby… no pensé lo que hacía…debes estar odiándose desde donde quiera que estés –Volteó tras de sí, conservando como único propósito mirar nuevamente el interior de aquella habitación, observando con detenimiento esa escena. La primera escena que había sido capaz de quebrantarle el corazón en milésimas piedras, sin reconstrucción posible. Su amo, cargando en brazos aquel frío cuerpo, carente de vida, poseyendo hermosos cristales azulinos, abrillantados, sublimes ante cualquiera. Acarició con delicadeza sus mechones rosados, jalándolos del mismo modo.- Necesito…descan…-Justo antes de dar término a su oración, observa como el amo se aproxima hacía la puerta, alertándole instantáneamente. Sus pupilas volvieron a reducir su tamaño inicial, manifestando el miedo que sentía, temor extremo. Debía marcharse con la mayor presteza posible, no obstante sus pasos se percibirían incluso dentro del sótano. Retrocedió dos míseros pasos, esperando la llegada del brutal destino. Hasta que… algo tocó su mente. Poseía alas azabaches cuan oscuridad; gracias a ellas, fuera del castillo se le apodaba como “El ángel de alas negras”, además de conservar una actitud bastante hipócrita, y en ocasiones cruel. Sabía con exactitud que su impulso se escucharía ligeramente, por lo que decidió arriesgarse. Prosiguió a dejarles en completa libertad, extendiéndolas majestuosamente, irradiando lóbregos brillos, relucientes ante diversas luces, potentes, tenues. Se impulsó con ellas, retirándose del lugar. Sus hermosos cristales añiles derramaban múltiples lágrimas saladas, demandando consuelo, cariño, amor. Quería gritar el nombre de su amiga, quien por cuenta propia se había convertido en su “segunda madre”. Por más que le faltase al respeto con inmensa crueldad, le seguiría amando hasta el último de sus lamentos. Jadeaba fuertemente a causa del miedo, el pensar que lo hubiesen asesinado de igual forma le aterraba.- Pinky… ¡Pinky! –Gritó con ímpetu sobre sus palabras. Necesitaba los cálidos abrazos que le otorgaba sin regañadientes, sin pizca de hostigamiento.- ¡PINKY, MALDITA SEA! ¡VEN ACÁ! ¡TE NECESITO CON URGENCIA! ¡PINKY, RÁPIDO! –Cayó potentemente contra el piso, rígido, lóbrego, teñido grisáceo. Sollozante, sintió un cálido roce, era Pinky, quien yacía abrazándole. Se aferró a sus prendas, cuan gato sobre un sillón intentando rasgarle, jugueteando con este. “Necesitaba de tus abrazos,  de tus caricias, tus palabras reconfortantes. En verdad, agradezco tener una segunda madre como tú, Pinky” Pensó. 

RK/Kenkai – Meta Knight

-Agh... –El dolor gracias al impacto comenzaba a menguar, apaciguándole entre momentos.- ¿Dónde estoy? –Se preguntó mientras miraba sus alrededores. Parecía ser el magnífico castillo revolucionario, que, como su nombre lo explica, yace sobre las tierras revolucionarias, Revolution Kingdoom. Retratos de todos sus gobernantes hasta el más actual. Karen Izumi, descendiente de Kano Izumi e Hikaru Salazar. Prosiguió a levantarse del suelo, sacudiendo sus ropajes manchados por el polvo. Los metálicos pasos dignos de sus botas resonaban por entre los pasillos, emanando estruendoso eco, siendo su único cómplice.- ¿Mario? ¿Princesa? ¿Sans? –Pronunció el nombre de sus compañeros, anhelando alguna respuesta, manifestando su paradero. Sin embargo, no obtuvo ni la más mínima. Optó por investigar, observar el lugar, conocer su actual ubicación. ¿Realmente esto era Revolution? Abrió las puertas principales, las cuales daban con inmensos jardines, semejantes a Mushroom. Sin embargo, diferían mucho entre sí. Los del Kenkai eran lúgubres, escalas grisáceas les teñían. Verdes oscuros, inertes, acompañados de un ambiente taciturno; lentas brisas advirtiendo sobre un mal presagio. Su máscara brilló levemente gracias a los tenues rayos de sol, quienes eran casi incapaces de penetrar aquellas tierras, iluminarlas, volver a irradiar luz en ellas. Fuera del castillo, el temor invadió su cuerpo, inundó sus venas carmín… Admiraba con pavor un horrendo escenario. Edificios, viviendas derrumbadas, destruidas. Sangre, la cual había perdido su color carmesí, remplazándolo por un matiz castaño.- ¿Esto es Revolution en el Kenkai?... Normalmente es lúgubre a causa de sus guerras pero…no llega a estos límites –Declamaba mientras seguía observando atentamente sus alrededores. Una pequeña gota se estampó contra los azulinos cabellos dignos del caballero, informándole sobre la inminente lluvia que se aproximaba a su posición. Sin duda, no podría ser peor… ¿Cierto? Comenzó una fuerte ventisca en acompañamiento con la abrupta lluvia, haciéndole retroceder mínimos pasos. Todos los elementos con mención previa, sin excepción le obligaron a refugiarse bajo aquel fúnebre castillo, donde seguramente diversas almas deambulen taciturnas sobre sus extensos pasillos, sin pizca de luz que irradiar. Regresó con presteza al lugar inicial, defendiéndose contra la intensa lluvia. Se retrasaría varias horas en cuanto a su misión, no obstante, con forme el tiempo transcurría, las ventiscas incrementarían, la lluvia se convertiría en un granizo, aparentando ser poseyente de permanencia eterna. Divagó entre pasillos, diversos cuartos, observándoles con detenimiento, colocando toda su atención sobre ellos, percatándose de mínimos detalles. Durante su estadía momentánea, podía apreciar sucesos extraños sin razón aparente para su ejecución. Movimientos de muebles, quebraduras sobre superficies cristalinas, tales como espejos o ventanas, etcétera. No creía aquellas historias “fantasmagóricas” o almas penando, no obstante, comenzaba a perturbarle levemente.- Entonces lo más seguro es que ya hayan matado a Karen y ahora esté intentando asustarme para que me vaya de aquí –De pronto, fuera del castillo, pudo percibir un tenebroso grito, suplicando auxilio urgente, doloroso, inerte. No poseía la apariencia de ser un grito humano, sino animal; como si fuese un pequeño perro intimidado ante diversos castigos, traumáticos, sin ser capaz de protegerse, pues sus captores son más poderosos.- ¿Q-Qué diablos fue eso? –Se aproximó hacia una ventana, la cual, daba directamente con las afueras del castillo, pudiendo observar claramente un escena que su mente no sería capaz de suprimir. Había presenciado múltiples castigos hacia criminales, traidores, e incluso rufianes, sin embargo, aquellas condenas eran míseros golpes a comparación de estas circunstancias. Era una joven, conservando cabellos azabaches cuan inhumano anochecer; ojos pradera, ahora sin vida ni luz, y finalmente, piel blanquecina, repleta por moretes causados con brutales golpes. Aún bajo aquella lluvia, le arrastraban encadenada, emanando sangre desde sus frágiles muñecas, gritando con desespero, buscando auxilio que se le pudiese otorgar. El caballero pensó en salvarle, atender a su desesperante llamado, no obstante, recordó las palabras de Rosalina “Irán al Kenkai para derrotar a Dark M. Knight, no a otros por más crueles que sean. Si intentan asesinar a otros, lo más seguro es que terminen asesinándolos a ustedes, pues los habitantes de ese mundo son más poderosos que ustedes. Así que, si ven a alguien sufriendo ¡No interfieran! ¡Déjenlo morir por más que les lleguen esas crueles acciones! Sé que suena cruel pero deben de hacerlo… y si van a entrometerse ¡Fíjense que no sea un Dark o Alfa! ¡Ellos los matarán sin pensárselo! Además de que no podrán contra uno de ellos… Por eso es que los mandaré a ustedes cuatro juntos, así, podrán derrotar al Dark que buscamos… porque sinceramente no creo que ninguno pueda derrotarlo por cuenta propia.” Igualmente rememoró los diversos niveles de poder que cada categoría “Mirror” conserva. “Mr. /Miss.” duplican su fuerza original, siendo enemigos fáciles de vencer para cualquier persona con saberes estrategas. “Shadow” triplican la fuerza del individuo al cual corresponde, siendo algo complicado en algunas ocasiones. “Dark” la categoría más poderosa registrada sobre el Kenkai. “Humanos” capaces de cuadriplicar su poder, aumentando la dificultad en cuanto a derrocarles se hable. Y finalmente, los “Alfa”. Se han dado pocos registros sobre ellos, ya que mínimos son denominados Alfa, dado a que su poder es tal que podrían ejecutar un Yuzen sin inminente dificultad. Se alejó del ventanal, dedicándose solamente a observar. No obstante, un elemento captó su atención. El físico de la joven. Reconocería esos rizos azabaches, aún por más maltratados que ahora estuviesen. Sopesó momentáneamente su teoría, hasta que escuchó una voz. “¡Suéltenme! ¡Este es mi reino! ¡Tengan piedad, por favor! ¡AYUDA!”. Sin duda alguna era la voz de Karen. Una joven valiente, de corazón bondadoso aunque su actitud manifieste lo contrario; demostrando que no todas las princesas desean ser salvadas por un apuesto príncipe, a quien seguramente ni siquiera le conocen. No podía creer que Karen estuviese pidiendo auxilio de terceros gracias a su debilidad, el no poder defenderse siquiera, obligándole a gritar, intentando liberarse a sí misma… todo con el único propósito de socorrer a su nación. “¡AYUDA! ¡NECESITO AYUDAR A MI REINO! ¡A MIS AMIGOS! ¡A MI HERMANO! ¡A MI PAREJA! ¡A MIS HABITANTES! ¡POR FAVOR! ¡TENGAN PIEDAD Y SUÉLTENME! ¡SÓLO QUERÍA AYUDARLES, NO PODÍA SEGUIR VIÉNDOLOS DE ESTE MODO! Viviendo en la miseria, en la escases ¡Y TODO POR SU MALDITO “SUEÑO”! ¡AYUDA POR FAVOR! ¡AYU…!”Finalmente le silenciaron abruptamente, utilizando fuerza bruta contra un joven inocente, de corazón puro, la cual sólo poseía un anhelo, el ayudar a sus tierras, que saliesen adelante, volver a gobernar con amor, sin regañadientes. Meta Knight retrocedió levemente ante tal crueldad. Quería defenderle, debía defenderle, sin embargo, todas las ideas que inundaron su mente… se desvanecieron al instante. Contempló absorto como la joven mujer era bestialmente asesinada. Golpeada con madera, barras metálicas, todo lo que tuviesen a la mano, tiñendo sus rostros de líquido carmesí. Horrendo…- ¿Q-Qué…? imaginaba todo esto pero…una cosa es pensarlo y otra muy diferente es verlo con ojos propios… Dios –Colocó una mano sobre su cabeza, intentando tranquilizarse levemente ante tal acontecimiento. No obstante, al observar lo que le proseguía, atajó sus acciones con presteza.- No, no puede ser él ¿cierto? –“¡S-Señor Meta Knight!” percibió. Era el Dark al cual buscaban. Al parecer, todos y cada uno de sus siervos le temían, obligándoles a ser precavidos al ejercer cada mínima acción. Apartó aquel cuerpo utilizando una de sus metálicas botas, ensuciándolas con sangre. “Veo que al fin pudieron matar a este maldito estorbo ¿eh?, estaba hartándome con sus malditos desesperantes gritos, maldita… Ahora sólo falta encontrar a esta tal Yasahime y a su hermano. No debemos permitir que alguno de ellos tome el poder nuevamente ¡CAPTARON MALDITOS INÚTILES! No quiero que vuelva a suceder esto de nuevo ¡¿ME OYERON BIEN?!” Preguntó fustigado, del mismo modo en que miraba a sus siervos con rencor, odio, conteniendo sus tantas ganas de asesinarles. “E-Entendido, señor” Declamaron al unísono, manifestando pavor sobre los vocablos utilizados.  El mayor se retiró, dejándoles a cargo del cuerpo yaciente en el rígido suelo.- Era Dark M. Knight, sin duda… ¡Ese maldito imbécil! –Gracias al previo ataque de furia, el joven peli-azul rompió la ventana con la cual admiraba cada escena, captando atención entre aquellos servidores. Retrocedió nuevamente, arrepintiéndose por sus acciones. Debía irse del lugar, abandonarle, aunque la lluvia aún estuviese firme sobre Revolution. Sin temer ni dudar, salió del dormitorio, decidido a marcharse. Se sentía débil, cuan infante abatatado, el cual aún necesita a su madre en diversas circunstancias. No obstante, sabía perfectamente el poder de aquellos siervos. Debía ser precavido, pues como Rosalina les aclaró antes de emprender su misión, cada categoría es extremadamente peligrosa, ya fuese un Mr. /Miss o un Dark. Ambos son poderosos a su modo. Salió del castillo bajo la lluvia y ventisca, esta última  impidiéndole correr utilizando velocidad. Finalmente optó por hacer uso de su capa al percibir pasos ajenos, otorgándole una ventaja mínima, no obstante podría salvarle la vida. Anhelaba con desespero el poder utilizar sus alas nuevamente…- Estoy comenzando a odiarme ¡Agh! ¡Si no fuese por ese maldito error! ¡Maldita sea! –Al término de su oración, divisó un cuerpo entre aquella lejanía. Parecía estar escondiéndose, pues sus movimientos intentaban ser precisos, sigilosos. La sombra se acercó ligeramente, permitiéndole al caballero observarla con mayor claridad.-… ¿Mario? 

S/Mario – Kenkai

-Hace un pinche calorón… de todos los reinos que hay en este mundo ¡¿Tuve que caer en el reino de esa loca?! –Preguntó fustigado, del mismo modo en que miraba al cielo siempre azul. Un calor extremoso, digno de un desierto. Sarasaland, nación sobre la cual yacía caminante, recorriendo sus vacantes senderos, repletos por arena ambarina, fina cuan seda. El cansancio comenzaba a dominarle con lentitud, obligándole a buscar alguna vivienda estable, capaz de soportar los inmensos calores que azotaban Sarasaland, un reino desértico, el cual carece de habitantes como de fuentes líquidas, menester para cualquier ser vivo. Intentaba correr, llegar a la frontera con Revolution, su reino vecino, además de ser el más cercano, pues si optaba por Mushroom, el camino sería más extenso, debilitándole en exceso. No obstante, necesitaba alguna vivienda, al menos para descansar momentáneamente y recobrar sus fuerzas. Divisó entre mínimas tormentas arenosas una pequeña morada, la cual aparentaba poseer un buen estado. Sin temer ni dudar, corrió hacia esta, anhelando su descanso. Dejó pasos impregnados sobre la fina arena, otorgándole a cualquiera su ubicación. Entró a la choza, admirando cada elemento que conservaba, jarrones de barro, frágiles cuan cristal, diversos muebles. Un lugar estrecho pero acogedor. El ambiente era soportable, refrescándose, obteniendo aquel dulce descanso. Había despertado bajo el potente calor, sintiendo como en mínimos instantes, su piel era quemada. Mientras recordaba todo el extenso viaje que había emprendido, prosiguió a sentarse sobre un sillón bastante cómodo. Le encantaba percibir esa tímida sensación. Suspiró levemente, manifestando su actual relajación.- Ah~ que bien se siente… Después de recorrer como mil kilómetros, esto es el paraíso total…aunque sin duda hubiera preferido el castillo de esa loca. Aunque quizás aquí ya sea un poco cuerda, Jejeje  -Estiró sus extremidades, aumentando su descanso y apaciguo. Ansiaba un poco de agua, un sublime líquido cristalino. Se levantó del sillón, yendo hacía lo que aparentaba ser la cocina. Buscó y buscó, encontrando dentro del refrigerador una jarra repleta con agua frutal. Un manjar. No dudó ni un segundo en consumirla, autosatisfaciéndose. Sonrió cálidamente, como si estuviese admirando a un infante, el cual irradia inocencia a través de sus coloridos cristales. Justo antes de cerrar el refrigerador, percibió como abrían la casa con brutalidad, alertándole instantáneamente.- Oh no… ¡oh no! ¿D-Dónde podría esconderme? –Si decidía salir de la cocina, aquellas personas le atraparían, atribuyéndole el nombre de ladrón. No obstante, recordó lo que Rosalina les había expresado detenidamente. Si en el peor de los casos, las personas que abrieron la puerta son categoría Mr. /Miss u otra más poderosas, no sólo le otorgarían el puesto de ladrón, sino, que le asesinarían sin aparente misericordia. Como última (y única) salvación, se ocultó dentro de un mueble, permaneciendo sobre algunas tuberías, incomodándole.- Agh…maldita sea ¿Por qué vine a dar justamente aquí? Seguro me van a matar, van a comer mi sensual cuerpo y darle los huesos a un perro –Susurraba lo más bajo que podía, evitando captar cualquier atención ajena. Mientras se “desahogaba” dando por hecho su dolorosa y bestial muerte, escuchó como varios pasos se aproximaban hacía su escondite, o como le nominó “Refugio Anti-Kenkaiñeros”. Sentía que estaba a punto de caer desmayado, exagerando excesivamente su pavor.- Ay virgencita, necesito que me ayudes. Sé que he sido demasiado malo, pendejo, estúpido, mamón, entre otras cosas horribles, pero en serio, quiero salir de aquí con vida, abrazar al amor de mi vida como si fuese el último día que esté con ella ¿Me captas?... en pocas palabras… ¡Sácame de aquí! –Su gritó fue tal, que captó la atención de aquellas personas, por las cuales yacía oculto. Cubrió su boca con presteza, como si esta mínima acción causara sobre sus contrarios un tipo de amnesia temporal, concediéndole así, una oportunidad para salvarse. “¿Qué fue eso?” “No lo sé, Karla, pero al parecer vino desde la cocina”.- ¿Ésta es la casa de Shadow Karla?... No mames, está bien chida –Pronunció inocuo, olvidándose sobre su actual problema. Ambos contrarios se aproximaron con lentitud hacía su posición, haciéndole “despertar”. Sin embargo, Mario poseía una inminente “estrategia” para atacarles, y de este modo ser libre nuevamente. Cuando un joven azabache abrió la puerta de su escondite, el castaño le atacó con fuerza sobre el rostro, haciéndole retroceder para acto seguido caer de espaldas en el rígido suelo.- ¡Ja! ¡No pudiste contra mi patada voladora! –Sonrió victorioso, sintiéndose un héroe, única persona en derrocar sin dificultad alguna a un habitante del Kenkai. Miró a su contraria restante, dedicándole una hermosa sonrisa. Ésta última enfureció ante las acciones previamente ejercidas por Mario, quien por supuesto, se las había arreglado para saltar con dirección a una ventana cercana y así, huir de ahí, cuan gato cubierto por la inmensa oscuridad, siendo su única cómplice, ocultando cualquier rastro que le incriminase. Percibió nuevamente aquella extremosa temperatura, haciéndole saber que había logrado marcharse del lugar, salvando su vida. Corrió con toda la presteza que su cuerpo le permitió utilizar, dejando diversas huellas sobre la arena, disipándose entre el viento. Gritó fuertemente, manifestando su felicidad ante tal victoria, la cual consideraba digna de un honorable premio, e incluso, una estatua, forjada entre sublimes metales. Impresionante ¿cierto?, pues así de exagerado es nuestro queridísimo héroe, Mario Segaly. Alguien que difícilmente sucumbirá ante la depresión, permanecerá de pie sea cual sea el reto. Siempre conservando aquella determinación que tanto le caracteriza. Jadeaba exhausto a causa del extremo clima al cual se sometía actualmente. Anhelaba con desespero el probar sobre su paladar ese líquido cristalino, refrescándole al instante.- No… mames… t-tengo un chingo de sed… ay –Como si hubiese sido obra de un milagro o algún hechizo mágico estuviese haciendo de las suyas, al dar término a su oración, una pequeña gota cristalina se estampó contra su nariz, captando toda su atención, haciéndole observar el cielo, el cual, yacía cubierto por grisáceas nubes, repletas por agua, esa que tanto ansiaba consumir. Más que alegrarse, sopesó un poco la situación.- ¿Desde cuándo suele llover en el desierto? Digo, llueve pero eso es muy extraño, pasa muy pocas veces,  además, el frío es soportable –Tantos kilómetros había recorrido, que ni siquiera se percató por un mísero segundo que ahora estaba sobre las tierras revolucionarias. Revolution Kingdoom. Al parecer, se aproximaba una fuerte lluvia acompañada de una ventisca bastante poderosa, por lo que encontrar un refugio (evitando realizar nuevamente su anterior estupidez) no estaría de más. Recorrió caminos, buscando entre ellos algún refugio que le pudiese otorgar descanso y protección, tranquilidad… No obstante, un individuo venía siguiéndole desde hace tiempo. Percibía con claridad aquellos pasos ajenos, alertándole instantáneamente. Optó por perderle entre los árboles, escondiéndose tras sus troncos. Se olvidó completamente de encontrar un refugio. Ahora sólo observaba con detenimiento sus alrededores, cuidando su espalda, esperando algún ataque sorpresa. Debía estar alerta en cualquier momento, aunque la potente ventisca se le interpusiese. Divisó sobre la lejanía un enorme castillo, sabiendo perfectamente a quien le pertenecía.- ¡El castillo de Miss Karen! ¡Sí! Sin duda podré esconderme y refugiarme ahí –Fue acercándose con cautela hasta aquel castillo, percibiendo que alguien le nombraba utilizando un tono exclamativo. Reconocería aquella voz, sin duda, era nada más y nada menos que su compañero de diversas aventuras.- Meta Knight… 


No pos no me queda más que agradecerles su paciencia uwu, gracias por esperar las historias de esta mija, quien cada semana les escribe con amorsh y les da su dosis de historias pendejas :,,D los jamo con queso mis queridos flanes y mijos ¡Espero y les esté gustando esta historia tanto como a mí me gusta escribírselas! u3u ai lov iu (¿ ♡♡♡♡♡













































Les comparto a los bebos uwu Mezde y S. Kirby, pa que vean como son xd




ahora zi uwu

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