De regreso a Edo
Capítulo 6
Ya llegué –Se oyó la fúnebre voz de Shinnosuke.
-B-Buenos Días Shinnosuke-san…-Murmuró el oji-cielo mientras hacía una leve reverencia ante su padre.
Shinnosuke tomó asiento en la mesa y preguntó.- ¿Qué hiciste de desayunar?
-Hot Cakes…Y-yo…ahorita te los sirvo…-Fue directo hacía el plato donde estaban los hot cakes y sirvió uno en otro plato, entregándoselo a su padre.
-Marica…-Susurró mientras iba por un tenedor. Daniel bajó la mirada triste. Su padre decía que parecía mujer y que era una vergüenza para toda la familia,
Usagi también se lo decía, pero era de juego o broma, mientras que Shinnosuke se lo decía con odio y rencor.
-¡Buenos días Dany! –Exclamó feliz la joven Shando, quien venía bajando las escaleras. Eso alteró a Daniel, sabía que si su padre la veía lo más seguro es que la matase.
-Sofy no….-Susurró pensando lo peor, mientras miraba con desesperación a su hermana.
Shinnosuke soltó el tenedor al escuchar la voz de su hija, se levantó de la mesa a confirmar que era ella.
-¿Cómo estás mi dulce…ángel…-La alegre y tierna sonrisa de Karla cambió a una expresión de terror y miedo, por más fuerte que ella fuese, nunca podría comparar su fuerza con la de su padre.
-¿Qué haces aquí? –Preguntó serio, mientras veía con ojos de pistola a su hija mayor.
-P-Padre…-Con su mirada pedía ayuda, pensaba que la mataría, pero…pasó lo que nunca creyó posible. Su padre se acercó lentamente a ella, cerró los ojos y de pronto sintió unos brazos alrededor de ella ¿su padre la había abrazado?
Daniel suspiró aliviado, aunque nunca había recibido un abrazo de parte de su padre, lo tranquilizaba el hecho de que su hermana estuviese bien…y sobre todo viva.
-¿P-Padre? –Dijo con nerviosismo.
-¡Karla! ¡Hija! ¡Volviste!....-Rompió el abrazo para después mirarla a los ojos. Había cambiado completamente, su mirada cambio de fúnebre a tranquila, y en su rostro, había una sonrisa…era como un sueño para ella.
-S-Si….pero…yo…
-Ya que has cumplido tu mayoría de edad, serás la jefa del clan
-¿¡QUÉ!?
-¡¿EEE?!
-Yo no puedo…digo, se supone que…
-Debe ser la persona más sanguinaria, pero aun así, eres mi hija, eres fuerte, no quiero oír negaciones, ahora tengo que irme –Salió de la cocina lo más rápido que pudo, para después marcharse de la casa.
-Eso fue raro…-Dijo la joven Shando mientras miraba la puerta y alzaba una ceja.
-Qué dirá Shinnosuke si se entera que sólo te quedarás unos días
Dirigió la mirada al menor y con una sonrisa respondió.- Tengo un plan, tú no te preocupes…
-Ay Sofy…-El menor se acercó a su hermana para abrazarla, esta le correspondió el abrazo.- No quiero que te pase nada…
-Tranquilo, estaré bien…
Algo interrumpió aquel momento tan dulce, Mario cayó al piso junto a Ryoga. Salieron de la alacena, donde unos minutos atrás, decidieron esconderse.
-Oigan ¿Y Meta?
-¿te acabas de caer y todavía preguntas por él? ¬¬
-Caiese pinche arenoso :v
-¬¬ hijo de…
~Mientras con Meta~
El caballero caminaba tranquilamente por aquellas tierras, las calles no eran como en Mushroom, eran más apagadas, y se podía sentir la tensión por los caminos, miraba los alrededores, recordando cosas pasadas, hasta que algo lo saco de sus pensamientos. Un grito agudo lo sobresaltó, para saber de quien se trataba decidió ir a investigar. Llegó a un callejón oscuro y sombrío, en donde se encontraba una chica llorando en el suelo. Con algo de desconfianza, se acercó
cuidadosamente a la chica y preguntó con voz grave.
-¿Estás bien?
La chica lo miró a los ojos, mientras de ellos resbalaban lágrimas cristalinas. Tenía una confección delgada, sus ojos era de color verde como la pradera, piel color crema y cabello castaño ondeado. Recogió sus lentes y limpió suavemente las lágrimas con uno de sus brazos.
-Si…gracias…
Tragó saliva antes de preguntar.- ¿Por qué lloras?
-Es que…alguien a quien aprecio mucho…ya no me quiere…
Sabía lo que se sentía, que alguien a quien podrías entregarle tu vida, no te quiere o presta atención, es lo más doloroso del mundo, sientes como si a nadie le importases…él lo sabía, o al menos sintió alguna vez aquel dolor…
-y… ¿Podría saber el nombre de ese “alguien”?
-Shinnosuke Shando…-Aquel nombre le parecía familiar, hasta que recordó algo, era el padre de Karla. Sin dudarlo ni un segundo, el caballero preguntó.
-¿Eres Ariana Shando?
La chica lo miró sorprendida.- ¿Cómo es que sabes mi nombre?...
-Pues una amiga me lo dijo…
Bajó la mirada mientras se colocaba sus lentes.- Karla… ¿Verdad?
-Quizás…
La joven bufó.- Esa estúpida. . .
En defensa de su amiga y compañera en esta misión, exclamó.- ¡No tienes el derecho de referirte así de ella!
-¡Claro que lo tengo!, ella hizo que todos me odiaran, ¡me hizo la vida un maldito infierno!
-Como si fuera a creerte…ella es una persona de corazón noble, nunca le haría eso, ni siquiera a alguien como tú…
-¡Nunca tuve amigos por ella!...pero hoy…hoy que ha vuelto…me vengaré…
-¡No podrás vengarte! Es demasiado fuerte para ti…
-Nunca dije que yo me vengaría sola –Exclamó con una sonrisa maniática en su rostro.
-¿eee?
De pronto, muchas personas empezaron a rodearlos, 2 de ellas, atacaron al caballero por la espalada, dejándolo bajo los pies de Ariana. La anterior mencionada tiró lo lentes al suelo.
-Sabemos su plan, quieren detener el “rio de sangre” ¿cierto?, deben aprender a no confiar en nadie en Edo, estúpidos…ahora…mátenlo…
Ariana salió entre aquella bola de personas que la rodeaban hace algunos segundos, y al salir, se detuvo para presenciar como mataban al caballero.
Intentaba defenderse como podía, pero eran demasiadas personas. Su ingenio se veía opacado por la desesperación que sentía en aquellos momentos. Desgarraban su roba y lo golpeaban en donde fuese, estaba siendo golpeado brutalmente, unos con palos, otros con piedras o cualquier cosa que se encontraran. Intentaba pedir ayuda pero era inútil.
-¡DETENGANSE! –Ordenó una voz gruesa.
Todos se detuvieron, se alejaron lentamente el cuerpo ensangrentado del caballero. Ariana divisó la figura alta y delgada de su jefe, Shinnosuke.
-¡Shinnosuke! –Exclamó con felicidad.
-Te dije que mandarás a lastimarlo, no ha casi matarlo…idiota
Ariana dirigió su mirada al suelo triste.-Lo siento…
Shinnosuke se acercó al cuerpo del caballero, para después cargarlo y dárselo a su consejera.-Ya sabes a donde llevarlo…
-¡Sí! –Dijo con determinación mientras recibía aquel cuerpo, le daba asco, pero todo era por su jefe…por su venganza.
~En la casa~
Karla le daba un sorbo a su taza de café mientras se preguntaba dónde estaba su compañero. Se escuchaban las risas locas de sus compañeros y de su hermano, la plática tonta que tenía, y algunos golpes en la mesa por parte del castaño causados por la risa. Dejó su taza en la mesa y habló.
-¿Y Meta?
-¡Claro! , y luego yo soy el que se preocupa >:v
-Ya en serio ¬¬, dónde estará
Daniel contestó tranquilo.- Supongo que estará dándole un recorrido al pueblo, si es como Usagi, es más que seguro ^^
-¿Usagi también es un emo? :v
-No es un emo…pero lo aparenta -Dijo con sorna.- Siempre ha sido muy serio…
-¿Hablaban de mí? –Preguntó la voz gruesa característica de Usagi
-Algo así ^^…y por cierto... ¡MI VASO DE AGUA! –Exclamó molesto.
-Ay dios… -.-
~Con Ariana~
Mientras la joven caminaba, llamaba la atención, no por su belleza, no por los ojos tan brillantes como los de su antepasado Akairy, era por el cuerpo que parecía muerto, el cual traía cargado en sus brazos. Podría ser muy fuerte, pero el cuerpo era demasiado pesado para ella. Llegó a una pequeña puerta en uno de los edificios más alejados de aquel lugar. Era oscuro, y lo único que podía alumbrarle era una tenue luz, proveniente de una linterna.
Metió el cuerpo dentro de la habitación, para después cerrarla con llave e irse de ahí, sin antes limpiarse las manos con una toallita húmeda.
Se recargó en la pared y poco a poco se dejó caer al piso cansada. Jadeó débilmente mientras miraba al cielo.
-Qué pasaría si no fuera descendiente de Akairy…sería… ¿una inútil?...
-Aun así, seguirías siendo hermosa –Contestó una voz masculina ni tan grave ni tal aguda.
Ariana miró a sus alrededores buscando el lugar de donde provenía aquella voz tan familiar para ella. Intentando escuchar la voz de nuevo y confirmar sus sospechas, preguntó.
-¿Eres tú Josmar?
-Me has descubierto…-Susurró suavemente.
Frente a ella, apareció el único amigo que tenía. Josmar Induskah, según él, Akairy de la actualidad. Sus ojos eran rojos cual rubí, piel clara y cabello castaño. Era apuesto, pero para ella, era sólo un chico más de su clan, común y corriente, nada especial. Aunque tenía una edad de 24 años, su confección y rostro, parecían de un joven de al menos unos 17
Ariana se levantó del suelo y luego miró a su amigo.- Hola…
-¿Puedes decirme por qué estás en este lugar? –Preguntó algo asqueado mientras miraba el entorno.
-Vine a dejar un encargo…-Respondió con nerviosismo.
-¿Y A QUIÉN CHINGADOS SE LE OCURRE VIVIR EN ESTA CASA?
-No se…
Josmar, intentando buscar respuestas coherentes, abrió la puerta que Ariana cuidaba con una patada, para encontrarse con el cuerpo del caballero. Inmediatamente cerró la puerta asustado, para después mirar a su amiga con confusión.
-¿QUÉ PEDO CON ESO ARIANA? ¿POR QUÉ HAY UN CUERPO AHÍ?
-¡SHINNOSUKE ME MANDÓ A TRAERLO AQUÍ!
El oji-rojo se calmó al oír el nombre “Shinnosuke”.- Ah ya, por lo menos no lo mataste….Preguntó haciendo una pausa.- ¿Cierto?
-Bueno…pues ese era el primer plan…
-A la madre ¬¬
P.O.V Meta Knight
Me sentía…débil, no podía ver nada, tenía un especie de trapo alrededor de mis ojos, lo que me impedía ver, lo único que podía hacer era escuchar una conversación de 2 personas fuera del cuarto oscuro. Nunca me había sentido de esta manera desde….desde que Nightmare atacó…
Minutos más tarde, las voces callaron, dejando oír el sonido la puerta metálica abriéndose. Una tenue luz entró en el cuarto.
-Hola…caballero…-Susurró una voz femenina, era la voz de ese maldito monstruo…Ariana Shando...
Tenía heridas por todo el cuerpo…me sentía débil…indefenso…como nunca me había sentido antes…La herida que más dolor me causaba en aquel momento…era en la parte inferior de mi abdomen…era muy profunda…de ella salía mucha sangre. Intentando detener el sangrado, arranqué una parte de mi capa y presioné la herida.
-¿Cómo estás? –Susurró fingiendo clemencia…esa maldita…
Sabía que no podía hablar por el dolor tan agudo en mi abdomen, y aun así me forzaba a hacerlo.
-Aww pobresito…no te preocupes…terminaré con tu dolor…-Dijo macabramente mientras oía como sus pasos se acercaban hacía mí. Sentí como una de sus manos se acercaba a mi cuello y comenzaba a apretarlo cada vez más fuerte. No podía respirar, me estaba quedando sin aire. En un intento de soltarme de su agarre, golpeé su abdomen con fuerza. Gracias a aquel golpe, soltó mi cuello al instante. Tosí fuertemente, para después recomenzar a respirar. Ella también tosía, pude oír uno de sus murmuros…
-Maldito idiota…
-Por más que lo intentes…no podrás matarme –Dije entre jadeos.
Esta vez con sus dos manos, volvió a tomar mi cuello, pero con más fuerza. Volví a quedarme sin aire. Me levantó hasta quedar a su altura, con mis manos, tome sus muñecas intentando zafarme, pero lo que logré fue que su agarre empezase a ser más fuerte. Busqué en mi porta espadas(? que se encontraba en mi cintura en la parte izquierda mi espada, y al sentir el mango de esta, la retiré sigilosamente hasta que estuviera completamente afuera. A punto de atacarla, soltó mi cuello y caí al suelo. Se hincó a mi altura y suavemente retiró la banda que cubría mis ojos.
La oscuridad era tal, que parecía que aún traía la banda alrededor de mis ojos.
-Mírame…-murmuró. Hice caso omiso ante aquella petición.-¡QUE ME MIRES DIJE! –Aun si me resistía terminaría viéndola. Con un miedo inmenso que nunca había sentido en toda mi vida, volteé a verla.
Sus ojos desprendían un color carmesí, era brillante, era hermoso, me quedé unos momentos admirando aquel color tan sublime….pero luego recordé las palabras de Karla.
-El chiminare y el akuma se caracterizan de los demás poderes visuales por su llamativo color carmesí, hace una especie de…em…hipnotización, haciendo que el enemigo se quede embobado con aquel color…
Cerré los ojos con las pocas fuerzas que me quedaban, la chica se dio cuenta. Me tomó de la camisa y gritó.
-¡MÍRAME IDIOTA! –Terminó la oración, y aquella puerta metálica se abrió, dejando paso a la poca luz que alumbraba fuera del lugar. Abrí los ojos de forma involuntaria, lastimando mi vista, no estaba acostumbrado a la luz. La chica aprovechó y plantó su mirada en la mía…pensaba que estaba perdido…en eso, vino a mi mente el espejo.
-¡NO ES PARA ESO!. . . Eso lo descubrirán ustedes por su cuenta…
De uno de los bolsillos de mi camisa, saqué el espejo, rápidamente lo coloqué enfrente de la joven, dejando que su mirada se reflejara.
Se alejó mientras tapaba sus ojos con sus manos, al parecer sangraban. Cayó al suelo retorciéndose de dolor.
-¡ERES UN MALDITO IDIOTA! –Gemía fuertemente a causa del dolor.
Un olor de fresca sangre llamó mi atención, miré mi mano pintada completamente de aquel líquido, la cual provenía de la herida en mi abdomen…en ese momento, me desmallé.
Lo único que pude oír antes de desmayarme, fue una voz femenina gritando mi nombre con desesperación…
-¡META!
Ariana~
Continuará…
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