Librándose de las cadenas
La oportunidad dorada
Capítulo I
♔♚♕♛♗♝♘♞♙♟♖♜
Se podía percibir el sesgo ulular de los búhos durante la oscura noche, iluminada únicamente por su más fiel compañera en su eterna soledad, la luna. Sus pasos resonantes cubrían todo el solitario pasillo, remarcando su presencia, paseándose por este mientras cumplía su acometido nocturno. Era difícil divisarle durante aquellas horas, pues no se percibía ni el más mínimo ruido por parte de este. Y su estatura tampoco ayudaba de mucho…Salió del castillo, encontrándose con el manto nocturno, decorado con las más sublimes estrellas, encargadas de conceder los deseos anhelados de corazón. Su larga capa se ondeaba majestuosamente gracias al suave viento de aquellos momentos. Levantó de forma leve su máscara plateada con el propósito de cumplir su rutina, forjada desde hace unos 17 años. El ambiente era el más correcto, una noche sesga como ninguna otra en Dreamland. Aquel reino pasaba por tiempos difíciles, su economía había decaído bastante gracias a la falta de recursos provenientes mayor mente por Revolution, quien yacía en guerra con Mushroom por sexta vez en ese mismo año. Los robos incrementaron de forma significativa gracias a ello, dejándoles demasiado expuesto a estos, por lo que hasta que acabase la batalla entre ambas naciones, y obviamente la economía volviese a ponerse en pie, las vigilancias nocturnas no se detendrían. Antes de siquiera terminar su rutina, la voz que más amaba escuchar, tal y como música para sus oídos le detuvo. “Buenas noches, caballero” Contenía un tono solemne, elevando cada vez más su admiración hacia ella, causando igual que su corazón latiese cuan tambor.- Buenas noches, joven Luxían –Una cálida sonrisa se escondía por detrás de su máscara. Volteó tras de sí, encontrándose con la persona que había flechado su corazón por tercera vez en su vida. Una hermosa peli-azul, poseedora de brillantes y sublimes ojos verdosos, junto sus largos cabellos recogidos gracias a una coleta. Aquella sonrisa tan encantadora le hacía suspirar; claro está, que al ser un caballero no se le permitía demostrar sus sentimientos tan abiertamente. Llevaban al menos dos años compartiendo buenos momentos, inolvidables para ambos. En aquel entonces, su desconfianza no era tan extrema como actualmente, por lo que le tomó confianza apenas conociéndole. “¿Qué se le ofrece a estas horas, caballero? Es muy tarde para estar afuera, podría pescar un resfriado” A contestación de esas palabras, el joven enmascarado soltó una risilla, para luego contestar cálidamente.- Supongo ya sabrá, Dreamland está pasando por malos momentos últimamente, sufriendo múltiples robos por parte del mismo pueblo, y ya que pertenezco tanto a la zona real como a la de vigilancia…aquí me tienes –Miró de forma sesga a su contraria. Esta se sorprendió demasiado ¡Era genial lo que podía llegar a realizar! evitando demostrar alguna pizca de sudor, o incluso de inseguridad. Su determinación se percibía por los aires cada que se encaminaba con destino a alguna misión. “¡Oh! Me había olvidado de ello Jejeje…lo siento” Una sonrisa encantadora apareció en su apuesto rostro blanquecino, a la vez que rascaba su nuca con nerviosismo, tan hermosa…- No tienes por qué disculparte…-Todos esos maravillosos momentos desearía revivirlos, sin embargo era imposible. Aquella traición no se la perdonaría jamás, por lo que se prometió…`No amarás, te demostrarás perfecto, sin defectos, sin errores…la matarás al final, le odiarás…sin embargo, nunca le olvidarás´ “Fuiste mi más grande amor, sin embargo me apuñalaste por la espalda en el momento exacto, cuando creía que al fin había encontrado el verdadero amor. Me convertiste en aquel “monstruo” que llamas y odias; difícilmente puedo confiar en alguien, enamorarme. Han pasado ya dos años; debo de olvidarte, destruir aquellos momentos que compartir contigo, las sonrisas honestas que te dediqué desde el corazón, la última vez que percibí tu voz. Fue un engaño…pero gracias…gracias por mostrarme lo que realmente es amar a alguien con el corazón, estar dispuesto a entregar tu vida por esa persona que tanto adoras. ¿Miento cuando digo que te odio? quizás…Debería odiarte, aborrecerte; y aún a pesar de todo, sigo esperando tu regreso, volver a presenciar tu sesgo mirar…Odio la forma en que te amo ¿Algún día podré odiarte de verdad?” Fue traicionado varias veces a lo largo de su vida, recibiendo disculpas hipócritas a su parecer, sin embargo, esta vez forjó a la persona tan desconfiada que es ahora. Evita confiarse demasiado, aun cuando conoce los alrededores y “aparentemente” a sus “amigos”. Paseaba con tranquilidad entre los pasillos durante la espesa noche. La economía había vuelto en pie, relajando a la mayoría del reino. Vigilaba que las luces estuviesen apagadas por completo, evitando gastar su tiempo de vida. Divisó entre las habitaciones del enfrente como una luz aún permanecía encendida, por lo que llamó su atención. Se dirigió con presteza al cuarto, dándose cuenta que pertenecía a su amada. Al parecer hablaba por teléfono sobre algo sin importancia aparente. Sonrió levemente ante aquello, dispuesto a retirarse del lugar, cuando de pronto, un grito de emoción detuvo su caminar ay, que poético Bv “¡Jaruy! ¡Mi Yakusa favorito! ¿Cómo estás?” La joven espadachín estaba charlando por teléfono con… ¿Un Yakusa? Cuál era la razón concreta para terminar hablando con un miembro del clan más peligroso de la historia, sin olvidar que toda su gente pertenece a la mafia más grande de Alternative. Sabía perfectamente que el escuchar conversaciones ajenas era tanto de mal gusto como mala educación, sin embargo, en esta ocasión, lo que alcanzaría a escuchar podría salvar al reino de algún ataque sorpresa. “Si ya, pueden venir cuando quieran, él está todos los días…después de todo conocen la mayoría de sus datos, por lo que pueden suponer en dónde se escondería en caso de que escapara” Su tono de voz no era el mismo que el de siempre. Parecía estar teñido de rencor, venganza, pero ¿Por qué? Qué problemas tuvo con el reino. “¡Claro que se los enviaré! Sólo dejen que me tome más confianza, el otro imbécil cayó rendido a mis pies enseguida” Chasqueó los dedos con decisión, mientras sacudía su larga cabellera recogida en una coleta. Sus ojos se abrieron cuan platos ante aquella aclaración. Ahora sabía perfectamente de quienes hablaba, y lamentablemente era uno de ellos. ¿Por qué ahora sus datos yacían en las manos de los Yakusa? ¿Cuáles son sus intenciones? Todo era tan extraño; los Gürovich y los Yakusa nunca tuvieron una buena relación, pues siempre competían por ser el mejor. Temblaba de furia, jadeaba gracias al enfado…horrendo. Nunca se había sentido así en su vida, aunque en veces anteriores fue traicionado esta vez… Su corazón se rompía lentamente. Le confió ciegamente sus secretos, su vida, su amor. En cuanto percibió que la llamada había terminado, entró con presteza a la pieza, encontrándose con “su amada”. “¡Oh!, Hola caballero ¿Qué se le ofrece?” Aquella sonrisa…comenzaba a odiarla.- ¡Maldita! –Expresó fuertemente ¿Cómo se atrevió a traicionarle de aquella forma? Se aprovechó de su amor y ahora, le contestaba de una manera tan sesga, sabiendo lo que había hecho momentos antes. “¿eee? ¿Por qué me dice así?”.-¡Lo sabes perfectamente! ¡No tengo por qué darte explicaciones!” Apenas terminó de pronunciar sus palabras cuando de pronto Luxían mostró sus verdaderas intenciones. La expresión de confusión que adornaba su rostro, cambió drásticamente a una hipócrita; sonriendo macabramente, sus ojos verdosos se tiñeron de negro cuan noche, sorprendiendo al caballero, quien aún seguía temblado gracias a la furia. “Entonces…Escuchó la conversación…vaya, que mala educación. Pero que se le puede hacer. Escucha imbécil, sólo te puedo decir algo, sales del reino y te vas a la chingada, corriendo cuan cobarde o, te quedas aquí dispuesto a enfrentar a los Yakusa y esperar a la muerte…tú decides…Si te quedas aquí, pones en peligro tu vida y la de tu hermano; porque te recuerdo, NI TÚ NI NADIE PUEDE CONTRA LOS YAKUSA” Las últimas palabras quedaron grabadas en su mente, dispuestas a seguirle hasta que la muerte viniese por él. No tuvo mejor opción que irse, huyendo cuan cobarde. Debía proteger a su hermano, su única familia, el único acompañante que le restaba. Un día antes de anunciarle al rey sobre su renuncia, recibió una carta proveniente de Mushroom, escrita por nada más y nada menos que la mismísima soberana de aquel reino, Peach. Entonces…se le ocurrió algo, incluso más que una simple “renuncia” pensada de la noche a la mañana sin razón aparente. “Mi señor…solicitaron mi ayuda en un reino aliado, Mushroom. Se encuentran en una situación difícil, pues tanto su ejército como su protección se encuentran débiles. Múltiples guardias y caballeros dieron su vida en la guerra, dejando así al reino indefenso ante ataques enemigos. Mi rey…será temporal, volveré en cuanto me necesite…cuando haya completado mi acometido” Odiaba mentirle a la personas que más quería, respetaba y valoraba. Sentía una culpa enorme, como si estuviese dispuesta a matarle. Con sus maletas, tomado de la mano con su hermano, tocaron la frontera con los zapatos, dispuestos a irse de aquel lugar, dejando atrás todos aquellos malos recuerdos, errores, momentos, amores. Ahora, después de largos años llenos de pesares y venganza, yacían uno frente al otro, mirándose directo a los ojos. Recuerdos inundaron su mente, como su vida había sido destruida…horrendo.- Después de tantos años –Sus pasos resonaron en el verdoso suelo.- Al fin vuelvo a verte…anhelando con fuerza que este momento llegase…-Sonrió macabramente. Esperaba con ansias matarle, oírle suplicar por su vida. Sus ojos brillaron con un tono más amarillento que de costumbre, mostrando su deseo. Una risa maniática surgió de su contraria, llamando por completo su atención “¡YO! ¡SOY LUXÍAN GÜROVICH! ¡LA GUERRERA MÁS PODEROSA DE LA GALAXIA! Tu vida llegará a su fin ¡NO LA MÍA!” Alzó su espada al cielo con decisión, abalanzándose con presteza hacia el caballero, intentando acabarle con un solo ataque, dejándole apenas unos pocos milisegundos para esquivarle, lográndolo a duras penas. Tal fue la magnitud de aquel brutal acometida, que la espada de su contraria quedó clavada en el suelo, sin embargo, al parecer no era nada para ella, pues la retiró con una sola mano. Saltó hacía atrás, colocándose en una posición de pelea. Mientras que, el joven caballero, desvainó su espada acompañada de un movimiento elegante, tan característico de su persona. Galaxia mostró un sublime brillo, como si estuviese contagiada con la determinación del caballero. “Han pasado los años ¡Y NO HAN SIDO EN VANO! ¡AHORA TU FUERZA NO ES NADA CONTRA LA MÍA!” Sus cabellos danzaban gracias a la brisa de aquellos momentos. Uno de los dos moriría de la forma más dolorosa posible, eso estaba más que seguro. Su contrincante volvió a acercarse, esta vez con más presteza incluso.- ¿¡Qué demonios quieres?! ¿¡Qué más quieres de mí!? -Apenas terminó de pronunciar su oración, cuando de pronto se escuchó el sonido digno de ambos metales chocando. Meta Knight había bloqueado el ataque de la joven Gürovich justo a tiempo. Ambos eran lo suficientemente fuertes como para matarse el uno al otro, incluso quizás, dejando a esta contienda como un empate. “¡QUIERO QUE AMBOS PAGUEN POR LO QUE ME HICIERON! ¡MI VIDA SE ARRUINÓ GRACIAS A USTEDES!” Ustedes…aquella palabra resonó por momentos en la mente del caballero. Había algo más que sólo una traición sin razón aparente, el odio no se siembra de un día para otro, como si un hechizo hubiese hecho de las suyas. ¿Cuál era la verdadera razón de su traición?...eran demasiadas preguntas, pocas respuestas, muchos misterios, sangre resbalando del cuerpo de su poseedor. La peor guerra nunca antes vista en la historia de los cinco reinos, o como se les conoce desde hace 87 largos y fríos años, llenos de guerras y más guerras, con el único propósito de mostrar cuál nación era más poderosa, siendo su pago las muertes injustas de personas inocentes las cuales su único error fue nacer en un mundo de traición y guerra a sangre fría…”Itsutsu no ōkoku”
Martín
Se veía tan débil, indefenso, como si de un niño se tratase. Limpió sus lágrimas cristalinas con la manga de su playera; el color blanquecino de esta había desaparecido casi por completo, difuminándose con uno grisáceo, tal y como lo era el ambiente en aquellos instantes. Caminó a través del gran socavón que el monstruo había creado. Se detuvo al salir del castillo, observando con poca sorpresa el cuerpo aparentemente muerto de su enemigo.- Sé que no estás muerto, que tu corazón aún late…por desgracia –Juntó los dedos de ambas manos, para después separarlos, desprendiendo sus tan conocidos hilos de energía, los cuales utilizaría con el propósito de matar al castaño definitivamente. Forjó un arco con aquellos hilos, con el cual apuntó al joven Shando. Justo cuando procedía a dar el “golde de gracia” el cuerpo de Josmar parecía moverse, por lo que se detuvo, bajando el arco levemente. “Que inocente angelito…sigues siendo el mismo estúpido de hace años” Su contrario ejerció la suficiente fuerza como para volver a ponerse en pie, frente a frente. El albino miró a su contrario, sus pupilas se dilataron al presenciar aquella escena. La mitad del rostro de su contrario yacía normal, mientras que a la parte restante carecía de piel, permitiendo ver parte del hueso.- ¿Qué…? –Temblaba abatatado, parecía casi imposible que estuviese aún con vida en ese estado. ¿Qué era lo que realmente le tenía con vida? La fuerza de su poder ocular el Akuma no jensei. Una de las variaciones más poderosas de aquel poder, dándole literalmente una “segunda oportunidad” a quien lo posee. Le permite al portador regenerar parte de su energía, permitiéndole seguir en pie aun estando muerto en parte. “¿Te sorprendes? No aguantas nada, imbécil” La sangre chorreaba de su rostro, perturbando aún más al joven Uirusu, quien retrocedía lentamente gracias al miedo. Le aterraba estar junto con su contrario un tiempo prolongado, pues era incapaz de verle si quiera. Con los ojos cerrados a causa del temor, disparó la flecha, no sabiendo si había acertado o no. Falló. El Edoteniense (si realmente aún se le podía seguir llamando así) tomó en sus manos la flecha antes de que pudiese darle en su ojo restante. Con una fuerza casi inhumana, lanzó la flecha con destino a su oponente, el cual aún seguía con los ojos cerrados. Al oír el leve sonido de la flecha, la esquivó antes de que pudiese darle. Cuando abrió los ojos notó que la fuerza del lanzamiento fue tal, que al enterrarse en el tronco de un árbol cercano, hizo que cayese casi al instante.- Qué haré ahora…con el akuma no jensei en su poder es dificultoso siquiera darle un mísero golpe…-Dependía por seguro de la fuerza digna del demonio azabache, quien seguramente sería capaz de matar a su oponente en menos de lo que se esperaba. El Binaryt había gastado parte de su energía restante, dejándole demasiado débil ante cualquier ataque de su enemigo. El joven Shando se acercó al Uirusu con la presteza suficiente como para derribarlo de un golpe. Lanzó un puñetazo con dirección al rostro del albino, el cual falló gracias a que este alcanzó a protegerse con ambos brazos en formación de “x”. Aquel impacto causó que ambos retrocediesen por su lado, dejando una distancia razonable.- Debilidades…con el Akuma aún en función sabría casi exactamente lo que tramo, por lo que sería complicado atacarle. Debilidades no hay muchas, después de todo es una variación bastante poderosa –Pensaba, mientras era atacado nuevamente por su oponente. Esta vez, se dispuso a esquivar y bloquear solamente. Sus alas no querían responderle, pues al igual que el Binaryt dependían de la energía de su poseedor, por lo que si las forzaba podría llegar a morir en el intento.- Probemos…1- Decidió comenzar a utilizar el “Kara no shiroppu” un ataque digno de su clan, el cual consiste en de alguna manera “torear” a su enemigo, con el propósito de golpear partes exactas en su cuerpo. 14 golpes alrededor debe dar, de modo que al ejecutar el último golpe, el contrario caiga en shock, dándole una ventaja verdaderamente grande. Sabía que el Akuma no jensei había perdido mucho de su poder al utilizar la “segunda oportunidad”, por lo que aunque fuese difícil, realizar aquella técnica no sería una “misión imposible”.- 2 –Hasta ahora había acertado dos golpes; llegando al 10 la victoria de su técnica estaba casi asegurada. Al parecer su contrincante aún no sabía el propósito exacto de los golpes, que aunque parecían torpes, eran más letales de lo que aparentaban ser.- 3 –Justo en el cuello, con aquel “golpecito” el shock sería más potente. Tenía que ser rápido, ágil y certero, evitar dar espacio a errores, pues podría costarle la vida. “¿Qué trama este idiota? ¿Piensa matarme con estos golpecitos? Le mostraré el verdadero significado de golpe” Antes de que el joven albino pudiese pronunciar el “4” su brazo fue tomado bruscamente por su contrincante, quien con una fuerza inhumana, comenzó a vapulearle repetidas veces contra el suelo, lastimándole gravemente. En uno de aquellos vapuleos, oyó el sonido digno de un hueso al romperse…por desgracia, el hueso roto le pertenecía. Al parecer era de su brazo, haciéndole sollozar de dolor. Quería gritar, pedir ayuda, sin embargo lo que menos quería era el verse débil. Rogando por dentro que los vapuleos se detuviesen, sintió como si una especie de energía le regenerase de nuevo. Sintiéndose más fuerte, con una determinación más grande que la anterior, decidido a terminar con la vida de aquel Shando. Cuando los golpes pararon, su contrincante le dejó en el suelo, entregándole una especie de “ventaja”, la cual no desaprovechó.- ¡4! –Gritó fuertemente. El golpe número cuatro pertenecía a la zona del estómago, por lo que empieza a dejar débil al contrincante (dependiendo de la fuerza ejercida claro está). Tal fue la intensidad, que el joven albino pudo derribar al Shando. Esperó a que se levantase del suelo, para acto seguido, continuar con la técnica.- 5…6-Estaba cerca de llegar al 10, sólo faltaban cuatro números, los cuales parecían ser un estorbo en aquellos instantes. Josmar empezaba a molestarse, por lo que intentó tomar al Uirusu con el propósito de ahorcarle. Falló. El ángel saltó antes de que su contrincante lo tomase, proporcionándole así la oportunidad de dar los dos siguientes golpes.- 7… ¡8! –Dos más, espalda y antebrazo, ganaría sin duda… ¿cierto? Algo no tomó en cuenta, su brazo. Los cuatro golpes restantes a partir del número 10 debían ser forzosamente fuertes, por lo que se debían utilizar ambas manos.- 9…-Apunto de pronunciar el “10” el dolor en su brazo le detuvo, dejándole una ventaja considerable a su contrincante. “Te tengo pequeña pulga…” Tomó del cuello al joven ángel, ejerciendo la fuerza suficiente como para matarle en ese mismo instante. ”Mírame a los ojos” Ordenó. Sabía lo que tramaba, sabía que le mataría, sabía que en aquella mirada encontraría el mismísimo infierno, encontrándose con sus peores pesadillas, miedos que le atormentan desde siempre hasta morir, un lugar horrendo. Esta vez, al ser una variación más poderosa, los efectos serían aún más efectivos y letales. “¡Que me mires dije!” Alzó su tono de voz. No quería, no debía. Cerró sus ojos, extinguiendo por momentos su hermoso brillo color zafiro. Con esfuerzo y dolor, juntó ambas manos, fabricando su mejor técnica, el “Espejismo”. Con ello, reflejaría el ataque de su contrincante, haciendo que este entrase en un shock incluso más fuerte que el “Kara no shiroppu”. Cuando el ataque estuvo listo, abrió nuevamente sus ojos, haciéndole creer a su contrincante que al fin accedería ante la orden dada. Los ojos del joven Shando brillaron de un hermoso color carmesí, como si fuese la sangre chorreante de una persona inocente. Quería ver aquel hermoso brillo hipnotizante, sin embargo, sabía cuál era la función real del brillo. Cuando abrió sus ojos por completo, con la mayor presteza posible, levantó ambas manos mostrando la técnica en función.- ¡Kagami Gyaku! –Un aura color zafiro iluminó las manos del joven ángel, indicando que la técnica había sido ejecutada con éxito. El joven Shando recibió su propio ataque, haciendo que soltase a Martín casi al instante. Cayó al suelo fuertemente, mientras cubría sus ojos ensangrentados. Quería gritar su dolor, pedir ayuda, sin embargo…su voz había desaparecido, impidiendo demostrar el inmenso dolor que sentía en aquellos instantes. El Uirusu, quien había caído al suelo de rodillas, comenzó a toser por falta de aire, volviendo a respirar con normalidad. Veía como su contrincante se revolcaba en el suelo con dolencia. Observaba su desesperación, como sus ojos yacían ensangrentados, impidiéndole ver con normalidad. En un momento dado, los bruscos movimientos de Josmar se detuvieron, avisando que la muerte había llegado.- ¿J-Josmar? –Su voz contenía un tono abatatado. Aunque lo peor hubiese terminado ya, seguía temeroso, perturbado…asustado. El Shando no contestó. Martín se acercó a tomar su pulso…no había. Temblando, posicionó sus manos en el suelo como punto de apoyo y evitar caerse de bruces.- Lo… ¿Logré?...-Un nudo en su garganta le impedía hablar con naturalidad. Tomó con suavidad la mano del joven Shando.- Perdón…hiciste muchas cosas malas durante tu vida, te dejaste influenciar fácilmente…hiciste que muchas personas sufriesen…Sé, que pude darte otra oportunidad, sin embargo…no soy lo suficientemente tolerante…-Como si lo pudiese escuchar, recordar esos días pacíficos, donde Edo no era el lugar que es hoy en día. Aún jadeante se puso de pie. Miró al cielo, rodeado de aquellas bellas nubes esponjosas sabor azúcar, tan suaves cuan algodón. Sus cabellos nevados danzaban sesgos gracias a la refrescante brisa, dándole pequeñas cosquillas en el rostro.- Mi caballero…lo logramos…-Sus ojos yacían inundados gracias a las lágrimas cristalinas. Una bella sonrisa apareció en sus labios, aun cuando el dolor de su brazo le era casi insoportable. Salió victorioso, salió con vida, y eso era lo que más le importaba.
Luxían
Nota: Lo que leerán a continuación será un flashback, ahorita pasamos con el verdadero show
Divisaba a lo lejos, aún escondida tras aquel gran árbol, como su único acompañante en vida, la persona más especial que la vida le pudo conceder, se iba alejando lentamente. Parecía escuchar con plenitud los fuertes forcejeos de su padre al intentar liberarse. Como las cadenas eran tiradas bruscamente, resistiéndose a morir. Los gritos de angustia que sus labios soltaban. Suplicaba a gritos que le liberasen, pues tenía una joven hija a la cual debía cuidar. Sin embargo, fue ignorado, como si no existiese; en aquellos instantes su vida no tenía ni la más mínima importancia. Yacía obligado a seguir los pasos del caballero más respetado en aquella nación, un misterioso e idolatrado miembro de la guardia real. Aunque su estatura le hacía verse cuan niño inocente, era más letal de lo que su apariencia dejaba desear. La desconsolada joven divisaba con dolor como su padre era maltratado, torturado, como su libertad le era prohibida…y todo por un pecado que no cometió. Las pistas le apuntaban hacia él, lamentablemente. ¿Lo peor? No poseían ninguna defensa con el propósito de mostrar su inocencia ante el crimen. Enterró fuertemente sus pequeñas uñas en el tronco del árbol. Temblaba de ira, en su mente solamente existía la palabra “venganza”.- Deben pagar…Debo hacerles pagar…-Su familia a comparación de su clan poseía una buena relación con los Yakusa, el clan más poderoso si de la mafia se habla. Tenía un plan, sin embargo, tan sólo era la fase en desarrollo.- Padre…juro que te vengaré…les haré pagar…porque aquel crimen no lo cometiste tú…Y ellos ni siquiera se molestaron en probar que realmente era tú el inocente…- Soltó el tronco de aquel árbol, mirando tras de sí, el oscuro bosque que ahora le protegería…hasta que su plan se dispusiese a dar inicio.
Meta Knight
Pequeñas tormentas de tierra impedían ver con claridad durante la pelea. Sus arrastres eran tales, que en algunas ocasiones debían de enterrar su arma al suelo para evitar caerse y darle una ventaja a su contrincante. Las miradas de ambos brillaban entre aquellas tormentas, reflejando la determinación de cada uno. El mejor vencería, el restante moriría en sus manos, cubierto de sangre carmesí, manante entre las heridas. “Eres fuerte ¡Pero no tanto como yo!” Ambas armas chocaron nuevamente, produciendo su tan característico sonido.- ¡Detén está locura! ¿Dónde está la persona tan bella que conocí? –Su contrincante ejerció fuerza en aquella espada, con el propósito de que cediese y lograse hacerle daño. El caballero mantuvo a su espada ejerciendo un impulso lo suficientemente fuerte como para evitar perder el equilibrio “¡No te resistas, caballero! O terminarás con el mismo destino que Dedede” Sus ojos aperlados brillaron con furia momentáneamente. En un ataque de ira, le empujó con fuerza, haciendo que cayese al suelo, tomando una ventaja ante ella la cual no desaprovecharía. Su próximo ataque venía directo al corazón de la joven Gürovich. Gracias a la velocidad que la joven poseía, falló el ataque. Esta al esquivarle, se levantó con presteza del suelo y saltó hacía atrás.- A qué te refieres…-Le importaba la vida de su rey, debía protegerlo a toda costa, después de todo, le prometió que volvería posteriormente a que su “misión” estuviese cumplida. Meta Knight presenciaba con odio como en el rostro de su contrincante se había formado una sonrisa burlesca. Luxían le estaba engañando, con el único propósito de desatar la ira del caballero y gastar su energía lentamente, así, tomando una gran ventaja ante este. Bien se dice que las palabras duelen aún más que los golpes. “¿Qué? ¿Aún no te enterabas? Vaya que eres un idiota” La peli-azul soltó una enorme carcajada…aquello ya era el colmo. “Debo confesarte algo…era fuerte, ¡Me divirtió mucho luchar con él! Debiste haber visto como rogaba por su vida” El caballero soltó un suspiro de ira, para acto seguido darle un brutal golpe al brazo de su contrincante.- ¡Pregunté algo! –La joven Gürovich miró su brazo momentáneamente, para después soltar una fuerte carcajada “Serénate oie, esto no es un debate presidencial me vale Berga, tan sólo asesiné a tu rey de una forma placentera….claro, para mí” Seguía atacándole con sus palabras del mismo modo que le distraía con estas buscando alguna debilidad en el joven caballero. Este último mencionado, temblaba de la ira y rencor que sentía en aquellos instantes. Atacó a Luxían nuevamente, su contraria hizo lo mismo. Ambas armas chocaron nuevamente. La fuerza del impacto fue tal, que hizo retroceder a cada uno por su lado. Para la mala suerte del caballero, aquel sonido estruendoso le hizo marearse levemente, proporcionándole una pequeña ventaja a su enemigo, quien no dudó ni un segundo en atacarle. Cuando logró recobrar el equilibrio, la joven oji-verde lanzó una arremetida contra su brazo, la cual le creó una herida considerable. Una sensación extraña de nombre adrenalina le dejó incapaz de sentir la mayoría del dolor, lo cual agradecía en parte. El caballero alzó su espada, como si estuviese a punto de atacarle. Cuando parecía que al fin lanzaría el golpe, ocasionó que Luxían se protegiese con su espada, cosa que le dio ventaja. Gracias a la posibilidad de teletransportarse mediante su capa, al hacer creer a su enemiga que le atacaría, logró completar su hazaña. Tomó por la espalda a la joven Gürovich, quien consiguió esquivar su ataque. Aquello causó que sus ojos se abriesen aún más, después de todo, no se hacía llamar la “Más fuerte de la galaxia” por nada. “Me harté de jueguitos… ¡Es hora de mostrar mi poder!” Casi al instante de terminar su oración, enterró su espada con la mayor fuerza posible, para después pronunciar “Shokubutsu” De pronto, el suelo comenzó a temblar, como si un terremoto estuviese a punto de romperle en dos. Y así sucedió lamentablemente. Al destrozarse, del gran socavón que aquel movimiento provocó, surgieron un especie de plantas espinosas, incluso llegando a ser más altas que los mismísimos árboles que les rodeaban.- Pero qué demonios…-Alzó la vista levemente. No era muy agradable lo que apreciaba, por lo que debía pensar en algo…y rápido. Antes de siquiera formar una mísera estrategia, una de aquellas plantas le atacó, logrando esquivarle milagrosamente. Lo único (y más obvio) que llegó a su mente fue cortar las plantas con su espada, para después atacar a Luxían. Y así lo hizo. Con agilidad y precisión cortó por la mitad una parte considerable de las plantas. Era el momento perfecto, Luxían se encontraba distraída. Le atacó con la fuerza necesaria como para derribarle. La peli-azul intentó frenar el golpe del caballero, sin embargo, para su desgracia, su espada se había atrancado con uno de los picos dignos de Galaxia. Meta Knight no desaprovechó aquello, por lo que ejerció con presteza palanca sobre ésta. La guerrera, al no poder girar su mano, se vio obligada a soltar su espada, por lo que salió volando varios metros tras de ella. ¡Bendita inercia! El oji-perla atacó nuevamente a su contrincante, esta vez con dirección a su rostro. Sin embargo, al parecer no estaba tan desprotegida como se pensaba. Al estar a punto de recibir el ataque, agachó su cuerpo, de modo que el golpe del caballero fallase por completo, tocando el aire. Aprovechando que la fuerza de aquella embestida fue tal, y que Meta Knight estaba a punto de caerse gracias a esta, alzó levemente su dedo índice, causando que nuevamente una planta surgiese del suelo, haciendo que esta golpease fuertemente al peli-azul directo en el rostro, pues al estar momentáneamente desprotegido, recibió el ataque de lleno. Voló algunos metros hacia atrás, cayendo fuertemente al rígido suelo. Antes de poder recobrar su postura si quiera, escuchó con plenitud como su contrincante pronunciaba unas palabras “Tsuyoku suru” Al contener su completa atención ante aquellas palabras, el ataque le tomó desprevenido. Una de las cuantas plantas le había tomado del tobillo, para después elevarlo a la altura perfecta y matarle. Tan rápido fue el agarre, que no tuvo la oportunidad de tomar su espada, dejándole completamente vunerable. Aquella inmensa planta comenzó a vapulearle fuertemente contra el suelo desde semejante altura. Entre uno de esos golpes, su máscara se partió en dos, dejando una parte de su rostro desprotegido por completo, causando que los siguientes golpes se percibiesen más fuertes y dolorosos. Sintiendo que la muerte venía por él, que le esperaba como si de su madre se tratase, fue vapuleado con fuerza más que sobrehumana, matándole al instante, dejando ante aquel cruel impacto una gran tormenta de tierra. “¿Lo hice? ¿Lo maté? ¡¿LO MATÉ EN SERIO?!” Una sonrisa triunfante adornó los labios de la joven Gürovich, causando que gritase sin pensar “¡LO MATÉ, IDIOTAS!” de pronto, Luxían percibió un leve sonido entre los escombros. Seguro era una de sus plantas regresando a tierra, sin embargo, observó lo que creyó imposible. Su gran sonrisa triunfante se desvaneció por completo al contemplar aquella escena. Sus pupilas se dilataron hasta hacerse pequeñas cuan frijol. No podía creer lo que estaba presenciando, su mente yacía llena de preguntas sin respuesta aparente. Hubiese seguido pensando en alguna respuesta obvia, evitando las incoherencias, sin embargo, divisó entre la tierra que una sombra se dirigía hacia ella. “No… ¡No! ¡Tú estás muerto…!” ¿Acaso se volvería loca gracias a la escena antes vista por sus ojos? Pues…lo más seguro es que muriese antes de hacerlo.- ¡Sorpresa…! -Habló débilmente. Parte de su rostro yacía con heridas y cortadas realmente graves, una sonrisa macabra pintada en sus labios, mientras veía con rencor a su contrincante, quien no podía creérselo ni un poco. Ya no poseía su tan característica capa, ni mucho menos portaba su pesada armadura, pues había sido destruida entre los inhumanos vapuleos. Ahora, se podía presenciar que tras su espalda, yacían extendidas hermosas alas de murciélago, dignas de aquel caballero.
Oigan sha :´v perdón por el retraso, Rashos Yadira, ya empezamos mal. Y bueno se preguntarán ¿Por qué? si se supone que ya no tengo clases desde el 25…pues…es una larga historia. Verán, mi madre me dijo que me viniera a su casa y no sé qué tanto bla bla bla. Pa que le ayudase a arreglarla y todo ese pedo. Pues así me entretuve todos estos putos días (bueno, en realidad desde antier xd) y pues hasta ahorita acabé de escribir, ADEMÁS QUE PUSE DOS PELEAS, y narrarlas no me fue para nada fácil ;-;. Y buenooo, olvidémonos de lo sad, que aquí vienen los agradecimientos :D. Weno, espero que está historia les vaya a encantar muchísimo, pues aunque serán máximo unos 5 o 6 caps (pues ya es el final del “rio de sangre” que por si no se acuerdan es una guerra encabezada por los Shando) intentaré que sean lo más largos que se puedan, pues tampoco quiero dejarles insatisfechos uwu. Así que… ¡Hasta la próxima flanes!
P.D: Se preguntarán por qué está historia no contiene una portada…pues aún está en proceso el dibujo, por lo que lo más seguro es que actualice la entrada más tarde o hasta mañana :3
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
¡Anímate y comenta, querido guerrero! Tu comentario hace que siga con mis historias ♤♡◇♧☆